Hidalgo Sport. Francisco Lozada.- La capacidad, la experiencia y la mentalidad triunfadora del Vasco Javier Aguirre, no le alcanzaron para salvar del descenso al Leganés, en la Liga Española, esto ante el campeón, Real Madrid, con un mal arbitraje, por un penal a favor no marcado, además de dos jugadores pilares que emigraron en plena competencia.
Sin embargo, después de conocerlo y tratarlo personalmente durante su estancia, dirigiendo al Pachuca entre 1998 y 2001, queda nuestro reconocimiento por su interesante trayectoria desde jugador, base de la Selección Mexicana y técnico.
La particularidad, con el ángel que le acompaña, dicharachero, “grosero” natural, pero ante todo, fino como persona, queda como una imagen para quienes le conocen de cerca, no solo dentro, sino fuera de las canchas.
A esto se agrega una cualidad muy especial, como motivador, quizá en el mejor de México en sus funciones, por su trato al jugador, por armar grupos de lucha, de garra, que le han rendido excelentes frutos en los equipos que ha estado.
Como anécdotas, lo valoramos de manera especial, porque aquí en Pachuca, al término de cada encuentro, se quedaba media hora con “x” jugador, a la orilla de la cancha, para platicar no sé qué cosa, pero se supone temas personales de sus pupilos.
Ese es el Javier Aguirre que conocimos en el estadio Revolución Mexicana desde 1998, en que llegó para salvar al equipo del descenso, hasta levantar su primer título en el máximo circuito del futbol mexicano.
Su paso como técnico lo mantuvo al frente de la Selección Mexicana, para emigrar posteriormente a Europa, donde se requiere además de conocimientos, el valor y la confianza para tomar las riendas de un equipo, además de dirigir a las selecciones nacionales más, la de Japón y Egipto en ambas tuvo un corto periodo e incluso estuvo en los Emiratos Árabes Unidos con el Al-Wahda y conquistó tres trofeos.
Todo, todo un personaje, al que no se le cerrarán las puertas para seguir dirigiendo, después de publicar un comunicado el Leganés, donde anunciaba su salida, en un descenso lamentable, por un gol de diferencia, un penal no marcado en el juego final, aunque eso ya es historia, que nunca usaría como pretextos, ya que es parte de la historia y del futbol.
