La cantante estadunidense porta la bandera mexicana al interpretar su tema ‘Into me you see’. Foto Katia Rodríguez Rodríguez
Ciudad de México. La cantante Katy Perry transformó con su Witness The Tour la Arena Ciudad de México en un lugar mágico lleno de videojuegos, planetas y seres fantásticos que sorprendieron a todos sus seguidores la noche del jueves, en el primero de los dos conciertos programados en la capital mexicana.
Una pantalla gigante detrás del escenario en forma de ojo con una animación que simulaba la córnea observaba a cientos de personas impacientes porque saliera su artista favorita, a la cual querían parecerse por lo que las pelucas multicolores, faldas brillosas, así como disfraces y diademas en forma de orejas de gato fueron una constante entre niñas, adolescentes y jóvenes.
Minutos después de las 22:00 horas el ojo se abrió y de la pupila salió una gran cantidad de humo que al difuminarse dejó ver una estrella luminosa gigante sobre la cual estaba la cantante estadunidense, la cual aterrizó sobre el escenario para que descendiera, al tiempo que interpretaba Witness, luciendo un traje dorado.
Enseguida aparecieron dos dados gigantes por cuyos puntos huecos entraban y salían las bailarinas que acompañaban a la cantante, y en la pantalla se mostraban imágenes de casinos para ambientar la canción Roulette, seguida de Dark House, en la que aparecieron dos marionetas gigantes.
Posteriormente las bailarinas aparecieron con figuras de televisores en las cabezas, para el tema Chained to the Rhythm.
Katy Perry salió unos minutos del escenario para cambiarse de atuendo por un traje azul con puntos blancos, falda rosa y un sombrero triangular, y así aparecer cantando Teenage Dream.
Tras esta intervención saludó en español a sus fans y pronunció la frase “Viva México cabrones”, además les pidió que le ayudaran con algunas palabras ya que no conocía muy bien el idioma.
“¿How do you say cold?, preguntó, y tras recibir la respuesta y decirla en español, siguió con su tema Hot N Cold para el cual tocó la guitarra mientras dos flamingos gigantes rondaban el escenario.
Al terminar siguió con Last Friday Night y luego pidió “un momento por favor, wait, silencio, cállate”, bromeó.
La artista recordó su actuación en el Super Bowl durante 2015 en un escenario tipo playa donde bailó con un tiburón gigante California Gurls, lo cual repitió esa noche.
Al concluir lo presentó como un músico increíble, por lo que en el escenario fue colocado un piso musical en forma de piano el cual tocaron, para después seguir con I Kissed a Girl durante el cual se introdujo en una boca gigante.
Tras una hora de actuación, nuevamente cambió de vestuario por un body negro de cuero con un hombro con flores y un extraño sombrero, mientras que el escenario se convirtió en un jardín lleno de enormes rosas y plantas carnívoras, sobre el cual cantó Déjà Vu, seguido de Tsunami, para el cual usó el tallo de una de las rosas como tubo de pole dance, junto con un bailarín.
Siguieron los temas E.T. y Bon Appétit, en el que Katy Perry fue “sazonada” con sal y pimienta para ser “devorada” por una planta carnívora gigante.
El escenario se transformaba una vez más, en tanto, apareció una esfera metálica luminosa donde un bailarín realizó un performance.
Después la cantante ella salió portando un traje plateado lleno de brillo y una especie de peluca del mismo tono.
Sobre la órbita de un planeta recorrió “volando” el escenario, mientras esferas de distintos colores decoraban el techo de la Arena Ciudad de México y deleitó al público con Wide Awake, mismo al que le agradeció por su amor.
“En este tour me conecto con ustedes, la siguiente canción es sobre la conexión, te amo y tú a mí”, pronunció, seguido de la palabra corazón, que preguntó si estaba correcta.
Posteriormente interpretó Into Me You See y Power, para lo cual se transformó en un ángel con unas alas mecánicas que se desplegaban mientras ella estaba en lo alto de una plataforma.
Por cuarta ocasión, Katy Perry salió del escenario para cambiar su atuendo por un traje azul plastificado de short y blusa con forma de conos, como el popular sostén de Madonna, y al regresar interpretó Part of Me.
Katy corrió en esta ocasión de un lado al otro, lo que provocó los gritos de sus fans, al igual que cuando tomó una bandera de México y se cubrió con ella.
Para entonces el escenario se había convertido en una cancha de basquetbol con una gigantesca canasta en el centro, pues anunció que había llegado la hora del juego con Swish Swish.
Para ello, subió a un fan de nombre David, vestido de amarillo y con gorra roja, al que retó en un partido California (su ciudad de origen) contra México, del cual Katy salió triunfadora pero él consiguió una selfie con ella.
Al cabo de dos horas de un espectacular show, durante el cual todo el tiempo la pantalla mostró imágenes acordes a los temas, se lanzaron pelotas en forma de ojo y una gran cantidad de papelitos.
Perry se despidió con los temas Roar y Firework, para el cual apareció con un elegante vestido largo sobre un reloj redondo que pendía del techo y debajo una enorme mano que lo sostenía.