Nunca lo imaginé: El Conejo, sobre sequía del Azul

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Hidalgo Sport. Medio Tiempo.- El Conejo Pérez nunca imaginó que Cruz Azul llegara a cumplir dos décadas sin título de liga; al grado que el portero, único jugador en activo del plantel celeste que levantó aquel campeonato, regaló la camiseta con la que se coronó en la cancha del Estadio Nou Camp el 7 de diciembre de 1997.
En entrevista con Mediotiempo, el hoy arquero del Pachuca reconoció que por su mente nunca pasó que la Máquina enfrentara una sequía tan larga, durante las cuales ha perdido cinco finales, dos de ellas de la forma más increíble: ante Pachuca en el Invierno 1999 y la última en el Clausura 2013.
“Sin duda, estar en Cruz Azul es sinónimo de Liguillas, es sinónimos de campeonatos, de un equipo grande, de una gran presión, de un gran compromiso, una gran responsabilidad; nunca imaginé que pudiera pasar tanto tiempo sin poder ser campeones.
“Siempre me imagino a Cruz Azul peleando primeros lugares, peleando finales, que así ha sido, de repente no es fácil estar peleando finales y Cruz Azul ha tenido esa oportunidad, si las gana o no las gana es cosa de la vida, del momento que vives”, señaló.
A casi una década de dejar las filas celestes, se marchó a Tigres para el Apertura 2008, el Conejo recordó la final que ganaron ante el León en tiempo extra y gracias a un gol de oro, obra de un penalti perfectamente cobrado por Carlos Hermosillo, con el que le bordaron la octava estrella al escudo cementero, que entonces se colocaba como el tercer equipo más ganador del futbol mexicano. 20 años después, es cuarto, superado por el Toluca.
“Tengo recuerdos muy bonitos, una final pareja, difícil, una final donde León tenía a gente con gran experiencia, gente mexicana, extranjera, muy bien dirigidos por el profe Reinoso.
“Sabíamos que era un partido complicado y en el Azul no pudimos sacar una ventaja más amplia. Tuvimos muchas oportunidades de agrandar esa ventaja de 1-0, pero ellos tenían dos expulsados, y no quiso entrar la pelota, ellos se defendieron muy bien, solo pudimos hacer un gol y así nos fuimos a León.
“En León, una plaza difícil, es una plaza que su gente ejerce mucha presión al rival y fue un partido igual muy parejo, un partido donde tienen una opción y la concretan con Missael Espinoza. Es una jugada donde llega a segundo palo Missael, concreta y ahí se va al alargue el partido.
“Tuvimos oportunidad para ganar el partido antes del penal, luego viene el penal y es donde Carlos Hermosillo lo tira bastante bien y Cruz Azul gana ese campeonato”, platicó.
Hacer un análisis sobre lo que le ha pasado a La Máquina todo este tiempo es complicado para el Conejo, quien pese a salir de la institución en 2008, compartió la sequía con el equipo que lo vio nacer como futbolista profesional durante 18 años y medio, hasta que en el Clausura 2016 se volvió a coronar, pero ahora defendiendo los colores de los Tuzos.
“Claro que me supo diferente, no me quería retirar sin antes volver a ser campeón, eran muchos años, y a eso me refería, que no es fácil llegar a las finales, no es fácil pelear semifinales, son pocos los equipos que están constantemente ahí”, agregó.
El guardameta de 44 años consideró que el tiempo que ha pasado sin un título de liga, ha creado una losa pesada en la institución cementera, la cual, destacó, ha hecho de todo para poder salir campeón.
“¿A qué se debe? No lo sé. Creo que la directiva siempre está buscando la manera de tener planteles importantes, traer gente importante para buscar eso, para buscar ese campeonato que lamentablemente no han podido lograr y que conforme pasa el tiempo esa presión va creciendo, se va haciendo una losa más pesada y no es fácil tener ese equilibrio mental en momentos apremiantes”, añadió.
Sin embargo, para Óscar Pérez la suerte y hasta el destino también tienen que estar en la obtención de un campeonato, aspectos que no ha tenido Cruz Azul en las finales que ha jugado, y para muestra, el Conejo recordó la del Invierno 1999, en la cual cayeron ante Pachuca con un gol de oro.
“Yo se lo atribuyo a las circunstancias del juego, del destino que no le ha tocado, que no ha podido culminar esos torneos que llego a las finales, siempre suceden cosas inesperadas que lo dejan a un lado.
“Son circunstancias que te va poniendo el partido o el destino que no te toca porque también me acuerdo que acá en Pachuca empatamos 2-2, si no mal recuerdo, y luego en el Azul nos cansamos de fallar. La sacaba el portero, pegaba en el palo, la fallábamos nosotros.
“Ellos hacen un contragolpe, precisamente con Marco Garcés, que tira un centro, va cruzando toda el área chica y llega atrás (Alejandro) Glaría y mete la pelota, mete la pelota y nos quedamos sin nada, obviamente una frustración, un coraje, una impotencia”, finalizó el símbolo del Cruz Azul, a quien todavía le duele la sequía celeste.

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