Panchito Lara, Supera Expectativas en el Ciclismo

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normalHidalgo Sport.- La solidaridad familiar hizo que Francisco Lara pudiera iniciarse en el ciclismo. Porque a pesar de las carencias económicas con las que creció en la localidad de Orizabita, en el municipio de Ixmiquilpan, Hidalgo, encontró en la unión de sus seres queridos el transporte que lo llevó a la Olimpiada Nacional para convertirse en doble medallista de oro en ruta y subcampeón en pista.
Ante la falta de recursos económicos para que su padre, Jesús Lara, pudiera comprarle una bicicleta y que “Pancho” pudiera salir a jugar con sus primos y vecinos, el niño de apenas seis años tuvo que esperar con paciencia, casi silenciosa.
“Iba en preescolar y miraba como mis primos y vecinos andaban en su bicicleta, yo no tenía y me gustaba verlos para ver si me prestaban una, me sentía bien andando ahí con ellos, me sentía muy triste y le decía a mi papá si me podía comprar una, pero él no tenía dinero, me decía que me esperara un tiempo y que tal vez después podría comprármela,
El dinero que ganaba su padre como profesor en la Escuela Primaria “Luz del Campesino”, en el municipio de Chapantongo, era insuficiente para cumplir su deseo, ya que este se destinaba para las necesidades básicas de toda la familia.
“Sólo me decía eso para darse tiempo a ver cómo conseguía dinero y poder comprármela, pero como somos de escasos recursos, no solo era yo, también mi mamá y mis hermanos Maurilio, Jesús y Guadalupe. Sabía de la situación, pero en ese entonces era niño y no comprendía bien, siento que hasta lo presionaba”.
Fue un día antes de que corriera su primera competencia que su tío, Ponciano Lara, quien con unos pesos que ahorró para cumplir su ilusión, lo llevó a elegir, la que recuerda, con una sonrisa y como si la tuviera enfrente, “la más bonita de las bicicletas”: Una Benotto color cromo.
“Mi tío supo que iba a correr con una bicicleta prestada y me llevó a comprar mi bicicleta, fuimos al centro a donde estaban las tiendas y me la compró, era una Benotto, estaba muy pesada, pero era la más bonita de las bicicletas, me dijo que escogiera la que quisiera y elegí esa por el color, las llantas y porque era una tipo montaña, las llantas eran gruesas y tenían flamitas, quizá eso fue lo que más me llamó la atención”.
“Fui feliz con esa bici, estaba muy emocionado porque ya podría rodar con mis amigos sin tener que pedir una prestada; a partir de ahí le comencé a dar duro al ciclismo hasta que se convirtió en mi pasión, más de la mitad de mi vida la he dedicado a la bici y no me arrepiento de elegir este deporte”.
Ya en la confirmación de su nivel, once años después, el deportista de 17 años pudo vivir la experiencia más grata de su carrera, cuando, con una bicicleta también prestada, ganó un oro por carrera y otro más por combatividad, ambas en la prueba de ruta.
“La bicicleta con la que gané los dos oros también fue prestada, el señor Manuel Cansino, un gran amigo, me hace favor de prestármela para correr, pero me dan nervios de que le pase algo, ya que es muy cara y no cuento con los recursos para poder reponerla o repararla, me limito a arriesgarme porque traigo en la mente que es prestada y la debo cuidar, tengo dos años corriendo así porque mi bici no es tan ligera”.
El entrenamiento de dos años en el Centro Nacional de Desarrollo de Talentos Deportivos y Alto Rendimiento (CNAR) y los sacrificios rindieron sus frutos. Recuerda, vive y repasa en su mente, mirando hacia el cielo, aquella competencia en la que con lágrimas recorrió la última vuelta del circuito de 80 kilómetros hacia la meta y el podio.
“La última vuelta la corrí llorando, porque eran mis primeras medallas y luego de oro, muchas cosas pasaban por mi mente, mi familia principalmente, pero más que eso recordé todos los sacrificios, la situación de mi familia y todo lo que he pasado para llegar hasta aquí, mi papá estuvo en la ruta y me vio, él siempre me dijo que el sacrificio y la paciencia es la clave del éxito, estaba muy feliz y lloramos juntos porque había cumplido mi sueño”.
Con las preseas pendiendo de su cuello, el ciclista juvenil aseguró que ahora su objetivo primordial se centra en el Campeonato Panamericano Juvenil que se desarrollará en el Estado de México, así como el Campeonato Mundial Juvenil de Pista.
“Mi objetivo era ganar una medalla en la Olimpiada, sin importar el color y ya llevo tres, otro de mis sueños es llegar al Mundial, pero no pienso dejar de estudiar por si algún día se acaba esto, tener un respaldo y cómo defender en la vida y ayudar a mi familia”, concluyó.
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