Yahoo.- Distinguido por su labor especializada en la restauración y conservación de monumentos del patrimonio cultural de México, entre ellos la Catedral y Sagrario metropolitanos, el arquitecto Agustín Salgado Aguilar (1937-2012), fallecido en mayo pasado, fue recordado en un homenaje realizado la víspera en el Palacio de Bellas Artes.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), hasta la sala “Manuel M. Ponce” del recinto llegaron familiares, amigos y compañeros de trabajo del arquitecto Salgado.
“Quien por más de 40 años realizó acciones en bien de la protección y puesta en valor el patrimonio histórico de México, al participar en innumerables intervenciones donde se hizo patente su pasión por el patrimonio cultural del país”, expresó Francisco Covarrubias, presidente de la Academia Nacional de Arquitectura.
Tras enumerar la vida profesional de Salgado, desde su paso por la extinta Secretaría del Patrimonio Nacional (hoy Dirección de Sitios y Monumentos del Conaculta), hasta su ultimo cargo como coordinador nacional de Monumentos Históricos del INAH, se recordó su participación en importantes proyectos de restauración del patrimonio edificado, entre los que destacan el Palacio Nacional, la Catedral Metropolitana y la antigua Basílica de Guadalupe, en la Ciudad de México.
Después de transitar por varias dependencias federales encargadas de la protección del patrimonio edificado nacional, “el arquitecto Salgado será recordado por su intervención en la Catedral y Sagrario metropolitanos, obra que fue un hito para la recimentación y consolidación estructural del edificio virreinal, de 1972 a 1985”, destacó el arquitecto Covarrubias.
La “experiencia, intuición y memoria prodigiosa de Salgado, le permitían determinar las causas de los daños de los edificios, así como encontrar la solución que respondía al funcionamiento de complejas estructuras hiperestáticas, lo cual se manifestaba en su enorme responsabilidad y entrega que no encontraba limitaciones en el tiempo y en el espacio”, expresó Francisco Covarrubias.
En su oportunidad, el doctor Enrique Santoyo Villa, quien colaboró con el arquitecto Salgado en la corrección geométrica de la Catedral Metropolitana, destacó el “diálogo” que entabló con el edificio y el entorno, así como los estudios del subsuelo que demostraron que los problemas de hundimiento diferencial de la Catedral provenían de allí, a causa de la sobreexplotación del acuífero de la Ciudad de México.
La arquitecta Mariana López Mendoza, de la Coordinación Nacional de Monumentos del INAH, destacó los valores humanos y la insaciable labor docente del arquitecto Salgado.
“Al caminar por el Centro Histórico de la Ciudad de México, con una o las dos manos en los bolsillos y mirando hacia el piso, como si fuese contando los pasos, muchas veces soltaba una pregunta, cada paso era una coordenada, una medición, una observación, una anécdota”, dijo.
Dolores Martínez Orralde, directora de Arquitectura del INBA, dijo que más allá de las discusiones y las interminables charlas con Salgado, “me quedo con la luz que reflejaban sus ojos al treparse al andamio y ver de cerca su detalle, su cubierta, su edificio, su pasión”.
Amigo por más de 40 años de Agustín Salgado, el arquitecto Javier Arredondo recordó el destacado papel que tuvo el homenajeado después del sismo de 7.3 grados, del 28 de agosto de 1973, que dañó severamente inmuebles religiosos catalogados como patrimonio histórico, “lo que generaría un hito en la restauración en México”. Hidalgo Sport.