Como una novela ambiciosa y perturbadora, resultado de un trabajo intenso que deja ver la inteligencia del autor, fue calificado hoy el más reciente libro del autor mexicano Alberto Chimal, durante su presentación en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.
Los comentarios a “La torre y el jardín” corrieron a cargo de los también escritores Bernardo Fernández (BEF), Julio Patán y Martín Solares (moderador), así como del propio Alberto Chimal, a quien le llovieron elogios, al grado de que su trabajo fue considerado “el próximo clásico de la literatura latinoamericana del siglo XXI”.
Martín Solares, quien moderó la mesa, dijo al público que se trata de una novela que bien puede colocarse a la altura de “Terra nostra”, de Carlos Fuentes, o del “Testigo” de Daniel Sada.
“Es una novela subyugante, siniestra pero divertida a la manera en como lo hizo Farabeauf, al unir en su escritura la locura y la ironía”, apuntó Solares sobre este libro que habla de un burdel constituido por animales repletos de secretos interiores.
Por su parte, Julio Patán destacó que la obra es perturbadora , pues su arquitectura literaria tiene un dejo Kafkiano, a la vez que se percibe lo fantástico de Borges, aspectos que quedan metabolizados en una versión siniestra que aporta Chimal.
El escritor plasma lo cruel del mundo en un texto duro y descarnado, con una estructura similar a la de “Las mil y una noches”, por contener una colección de historias, algo inédito en la literatura contemporánea, añadió Patán.
“Hay un trabajo intenso que demuestra la inteligencia de Chimal, se vislumbra algo nuevo que rompe con la narrativa tradicional del género aventurero donde los protagonistas son los animales, las víctimas de la violencia extrema”, agregó Patán.
En su oportunidad, Bernardo Fernández señaló que “es una novela ambiciosa, quizá la primera desde ´Noticias del imperio´, pero que ahora proviene de un autor talentoso que escribió este libro con una estructura de laberinto”.
BEF expresó su enorme gusto al ver que las novelas experimentales no desaparecieron con “Rayuela”, ya que “La torre y el jardín” está hecha con imaginación y no recurre a convencionalismos.
De este modo, Chimal se coloca dentro de una nueva generación de escritores, que para BEF tiene su particularidad en la elegancia que le imprime el uso de citas poéticas.
En la portada de “La torre y el jardín” se observa una estructura rígida, simétrica y fría de la cual emergen extrañas flores, imagen que según Chimal, describe muy bien el proceso por el que pasó para elaborarlo.
Si bien fue un proceso largo, también fue divertido ver lo que descubría”, dijo Chimal, quien constituyó su novela “a partir de una estructura firme pero hormigueante, inesperada y llena de vida”.
El libro tardó ocho años en gestarse y en opinión de su autor desde ahora puede ser considerado la columna vertebral de toda su carrera literaria, que reúne un catálogo de cosas raras, aunque muchas quedaron fuera y otras archivadas.
Al final de la presentación, Chimal firmó libros y disfrutó de la compañía de sus lectores, así que como de sus nuevos adeptos.