Hidalgo Sport. Francisco Lozada.- Matemáticamente, los Tuzos tienen posibilidades de meterse a la fiesta grade de la Liga MX, aunque depende de otros equipos, en espera que se repita la historia de las temporadas anteriores.
Lamentablemente esta ya se convirtió en una costumbre para el estratega del Pachuca, Paulo Pezzolano, esperar hasta el final del torneo regular, sufriendo de más para lograrlo, si es que esta vez se le dan los resultados.
El equipo tiene tres partidos en puerta, que obligadamente deben terminar con triunfos, que tampoco están garantizados, aunque sus adversarios tampoco pasan por un buen momento, pero que saldrán a defenderse y llevarse las unidades que puedan.
La situación es que el técnico ha mostrado incapacidad para mantener un equipo con regularidad, perdiendo puntos claves en casa, por falta de contundencia en el ataque, errores en todas sus líneas y aunque él no juega, ni remata al arco, sí debe tener una mejor estrategia y táctica en su trabajo, para lograrlo.
Es un hecho que el Pachuca cuenta con un plantel competitivo, que no ha terminado de amalgamar, que no ha sabido acomodar y menos sacar provecho de los extranjeros, aun cuando la directiva ha hecho una importante inversión.
Esta situación ha sido criticada con mucha razón por los aficionados en las redes y en las tribunas, que ya no creen en los Tuzos y menos en la dirección técnica, aun cuando Pezzolano asegura que el equipo estará en la liguilla.
Después de ser el Pachuca un protagonista en nuestro país, con innumerables títulos en el futbol mexicano y en el extranjero, ahora se ha convertido desde hace varios años en uno más del montón, al que nadie le teme, pero será la directiva quien tome una decisión pronta, porque todo cansa y con la goleada de Tigres se confirma, no precisamente por el resultado, sino por su pésimo rendimiento.