Poco después de que la cantante Selena Gomez revelara públicamente que había ingresado de forma voluntaria en una clínica privada para lidiar con los problemas de ansiedad y depresión que ha venido experimentando últimamente, la intérprete y su pareja, el también cantante Justin Bieber, dejaban patente una vez más la buena salud que vive estos días su renovada historia de amor con una romántica escapada de fin de semana a Laguna Beach (California).
Pero como han asegurado ahora fuentes cercanas a los dos artistas, el motivo de la visita a tan paradisíaco destino no reside únicamente en su deseo compartido de sacar el máximo partido a este segundo capítulo de su romance, sino también en la misión que se ha encomendado a sí mismo Justin de ayudar en todo lo posible a su novia para que recupere cuanto antes la estabilidad emocional.
“Esta ha sido una de las primeras salidas que han protagonizado Justin y Selena desde que abandonara el centro. Han sido unas vacaciones muy breves y relajadas en las que, básicamente, se han evadido del mundo. La verdad es que son adorables cuando están juntos, se pasaron buena parte del fin de semana abrazados y disfrutando de la compañía mutua. Justin está demostrando ser un novio muy considerado y atento”, ha explicado un informante al diario The New York Post.
Los dos enamorados se hospedaron, bajo fuertes medidas de seguridad, en el exclusivo hotel Montague de la localidad costera, un complejo turístico de sobra conocido para la que fuera estrella Disney, entre otras razones, porque hace poco más de un año se dejó ver en la misma localización con su entonces novio The Weeknd. Sin embargo, semejante circunstancia no parece haber supuesto un problema para la pareja dado lo mucho que ambos se divirtieron durante su estancia.
“Ella suele quedarse ahí siempre que va a Laguna Beach, es sin duda su hotel predilecto. Y aunque parecía que lo de Justin y Selena volvía a ser una especie de relación intermitente, después de ese fin de semana ha quedado claro que están definitivamente juntos”, ha compartido el mismo confidente.
Al margen de que Selena y Justin hayan superado todos aquellos obstáculos que, en el año 2014, les llevaron a protagonizar una de las rupturas más mediáticas del mundo del espectáculo, algunos familiares de la afamada artista -entre los que destaca sin duda su madre Mandy Teefy- no parecen haber recibido la noticia de la reconciliación con demasiado entusiasmo.
“Selena puede vivir su vida como quiera, siempre que con ello sea feliz, esté segura y sana. Tiene 25 años y es plenamente consciente de que la salud es lo primero. Yo no la controlo, al menos no como se ha venido diciendo. Es una mujer adulta y debe tomar sus propias decisiones”, explicaba su progenitora al portal Gossip Cop antes de resumir con un “No estoy muy contenta” sus sensaciones sobre el regreso de Justin Bieber a la vida de su hija.