Aunque Oprah Winfrey lleva más de tres décadas compartiendo su vida con el mismo hombre, Stedman Graham, nunca se ha planteado pasar por el altar para ‘oficializar’ su relación porque cree sinceramente que dar el ‘sí quiero’ marcaría el principio del fin de su felicidad doméstica.
“Nadie me cree, pero es la pura verdad. La única vez que hablamos del tema fue cuando le pregunté a Stedman: ¿Qué habría pasado si hubiésemos llegado a casarnos? Y su respuesta fue que ya no estaríamos juntos. No habríamos continuado adelante juntos porque el estar casado requiere una forma diferente de afrontar este mundo”, asegura la presentadora en una entrevista a Vogue.
Para ser más exacta, Oprah considera que el concepto “tradicional” que su pareja tiene del matrimonio habría hecho fracasar su unión cuando ella no hubiese sido capaz de adaptarse a ese cliché, algo que sabe a ciencia cierto que no habría logrado hacer.
“Su interpretación de lo que implica ser un marido y lo que hubiera implicado que yo fuera su mujer habría sido demasiado tradicional, y yo no habría podido adaptarme a ese papel”, reconoce sin ningún arrepentimiento.
En esa misma línea, la estrella televisiva -que con tan solo 14 años dio a luz a un niño que falleció a los pocos días de nacer – tampoco siente que se equivocara al decidir no tener hijos con Stedman, en vista de la facilidad con la que pierde la calma cuando se siente estresada o sobrepasada.
“Yo no quería bebés. No habría sido una buena mamá para ellos, me falta paciencia. Soy capaz de juntar paciencia suficiente para cuidar de cachorros, pero solo porque esa fase se pasa muy rápido”, aseguraba sin ningún pudor en una entrevista a Goodhouse Keeping.