Hidalgo Sport. Iván Lozada.- Si uno observa detenidamente la manera en que Gustavo Ayón se entrena, empieza a comprender cómo es que fue el Jugador Más Valioso de la Liga ACB de España (la mejor de Europa) y ahora pertenece a la NBA.
Dicho de una manera más coloquial: es uno de esos tipos que hacen la diferencia.
El nayarita se levanta a las seis de la madrugada para ir a la duela.
Entrena rodeado por jóvenes, pero se exige como nadie.
Pide que lo marquen fuerte, hace un poco más de lo que ordena el entrenador y, muy al estilo de Hugo Sánchez, otro triunfador en la Madre Patria, se queda al final para ensayar más tiros a la canasta.
Y eso lleva haciendo todo el verano…
“He estado en Puerto Vallarta, con la selección nacional y ahora aquí en Pachuca, antes de reportarme a la pretemporada en Orlando, a finales de septiembre”, explica este gigantón de 2.6 metros de estatura.
CONTENTO CON ORLANDO
En efecto, Ayón lleva concentrado dos semanas en la Bella Airosa, entrenando en las instalaciones del Tecnológico de Monterrey, por invitación de dos viejos amigos: Erika Gómez y su esposo Sergio Molina, quienes hicieron buena amistad desde que los dos coincidieron en las duelas españolas.
El Sol de Hidalgo es el único medio escrito al que Gustavo concede una entrevista en sus aparentes ‘vacaciones’.
Hace unas semanas le anunciaron que los Hornets de Nueva Orleans lo habían transferido al Orlando Magic, de cara a su segunda temporada en la NBA.
– ¿Sorprendido por el movimiento?
“Sí, bastante al principio, pero ya pensándolo fríamente, siento que es un cambio que me beneficia, que es para bien. Siento que me va a ir mejor en Orlando. Es una buena oportunidad. Todo depende de mí, para que las cosas vayan bien”, responde.
Naturalmente, el panorama mejora desde el nivel que vida que hay en Orlando, comparada con Nueva Orleans.
Una motivación extra para Gustavo.
“Las expectativas son mejores, así lo tengo que ver”, enfatiza
DISFRUTA LA NBA
Al fin y al cabo, cualquiera pensaría, estar en la NBA es un placer.
Nuestro paisano asiente con la cabeza, pero no es de los hombres que se conforman con poco…
“Lo importante es estar contento con lo que haces, pasarla bien y disfrutar de la NBA, pero para mí no sería satisfactorio estar ahí muchos años jugando cinco o diez minutos; para mí eso no sería satisfactorio, mi propósito es que quiero hacer un buen trabajo para ganarme un puesto durante la temporada en la NBA”.
De entrada, Orlando pinta para ser el sitio ideal de su consolidación.
Magic se desprendió del Dwight Howard, dejando un espacio libre en la reconstrucción de esa quinteta.
Ayón lo sabe, así que no queda más que, en sus propias palabras, “disfrutar de la NBA”.
“Estar en la mejor liga del mundo es un sueño que todo jugador tiene, gracias a Dios me toca vivirlo y me gustaría que muchos más jugadores mexicanos lo consiguieran”.
‘CUENTEN CONMIGO’
Justo es ese otro rasgo en la personalidad del nayarita: la disposición para ayudar.
“Trato de apoyar a los jóvenes, a los niños que quieren hacer algo importante por el país, por su vida y por sus sueños”.
Así que no tiene reparo -con todo y su aureola de estrella- en dar consejos a los chicos, incluso colaborar en actividades que sumen a esta causa.
Porque si algo tiene Gustavo Ayón, también dicho por él mismo, es que el basquetbol mexicano siempre puede contar con él.
– ¿Acaso la selección nacional de basquetbol es una cuenta pendiente?
“No, para mí no, quizá para los directivos. Mi trabajo es asistir a la Selección cada que se me llame y el de los directivos es organizar, buscar que nuestro basquetbol vaya caminando. Yo les diría que no se preocupen por mí, ni por la Selección Mayor, sino por los niños, que son ellos los que pueden mejorar nuestro basquetbol”.
Y para que no queden dudas…
“Conmigo pueden contar. Gustavo Ayón siempre va a venir porque aquí nació, aquí creció y se desarrolló; aquí está su familia y este es su país”.
MUCHAS GRACIAS
Antes de comenzar a preparar su retirada de la capital hidalguense, Gustavo agradece a Erika Gómez y a Sergio Molina, así como al Tec de Monterrey, las atenciones y facilidades que le brindaron para hacer ese mini campamento de pretemporada.
“La pasé muy a gusto en Pachuca. Sergio y Erika son grandísimos amigos míos, me ayudaron mucho en España. Es un poco triste que en México no se le reconozca a ella lo que hizo en Europa, pero, en lo personal, siempre voy a aplaudir la manera en que representó a nuestro país en una duela, que es algo que yo también trato de hacer ahora”.