Hidalgo. Medio Tiempo.- Ese momento en el seno atlantista durante una gira de pretemporada por Austria en 1995 significó el clímax del antagonismo entre ambos personajes, quienes revivirán la rivalidad este domingo durante el duelo entre Atlante y Pachuca en Cancún, para abrir sus respectivas participaciones en el Torneo Apertura 2012.
Testigo de ese odio fue Félix Fernández, entonces portero del cuadro azulgrana y compañero de Hugo. Ambos eran pupilos del estratega argentino, quien no pudo mantener la armonía por la presencia del goleador llegado a mediados de 1994 sin la total aprobación del DT, más bien fichado por la directiva para atraer reflectores.
“Ricardo lo tomó de la playera, de la polo que traía de concentración, y lo levantó. Hugo tenía la llave del cuarto en la mano y tenía su bolsita de baño en la otra”, recuerda Fernández en entrevista con Medio Tiempo, y quien además relata el episodio en su libro “Guantes Blancos. Personajes del Futbol”.
“Entonces Hugo le decía que se lo hiciera enfrente de todo el equipo y si no mal recuerdo lo retaba a que le pegara, lo cual no sucedió; simplemente fueron gritos y los empujones y los jalones de la ropa”.
“Hugo le decía que se lo hiciera enfrente de todo el equipo y si no mal recuerdo lo retaba a que le pegara, lo cual no sucedió”.
El vaso se derramó con esa gota porque a La Volpe le había llegado un chisme de que Hugo hablaba mal de él en el vestidor, algo que niega Fernández.
Después del episodio casi violento, el equipo volvió a México, Hugo jugó la primera jornada del torneo y de manera sorpresiva anunció que se iba a jugar al Linz de Austria.
Pero todo el año previo fue de plena tensión en el vestidor por el rechazo de La Volpe hacia su delantero.
“En las charlas técnicas Ricardo hacía mucho énfasis en Hugo Sánchez, y Hugo se mantenía callado, no contestaba. Si alguien tenía una relación cercana con Hugo, Ricardo no lo veía con muy buenos ojos y todo eso ya tuvo su detonante cuando fuimos de Pretemporada a Europa”, menciona el ex arquero.
“Si alguien tenía una relación cercana con Hugo, Ricardo no lo veía con muy buenos ojos y todo eso ya tuvo su detonante”.
Además, el “Bigotón” se había molestado con el “Penta” porque éste viajó a Nicaragua a media temporada y se ausentó una semana para obtener el título de entrenador, para lo cual únicamente pidió permiso a la directiva.
Los capítulos siguientes de esa enemistad fueron cuando ambos deseaban dirigir al Tricolor, lo cual hizo La Volpe para el Mundial del 2006, siempre criticado por Hugo.
Sin embargo, el origen de las diferencias se dieron cuando el mexicano, delantero de Pumas en 1980, le marcó seis goles a La Volpe, entonces guardameta de los Potros. Dos de esos tantos fueron de chilena, el primero de ellos durante la primera vuelta de la temporada, cuando el argentino dijo que ni en 100 años le marcaría uno similar.
Apenas medio año después, Hugo le repitió la dosis de la misma manera. Tras ello, cada uno siguió su camino hasta su reencuentro a mediados de los noventa en el Atlante.
“Eran dos personas no solamente de carácter fuerte sino de una gran influencia en el medio nacional y evidentemente uno tenía que salir perjudicado”, añade Félix.
POR SI FALTABA RIVALIDAD…
Por si no fuera suficiente la enemistad entre La Volpe y Hugo Sánchez, Atlante y Pachuca forjaron una rivalidad justo hace 21 años, cuando los Potros le ganaron a los hidalguenses la épica Final por el ascenso de 1991.
El duelo debió definirse hasta un tercer partido en Puebla e incluso mediante una dramática tanda de penales que requirió 22 disparos para que hubiera vencedor.
El héroe en los cobros fue Félix Fernández, quien recuerda que, para aumentar el odio del Pachuca hacia el Atlante, su equipo le dio el último empujón a los Tuzos para descender en 1993 luego de conseguir el ascenso en 1992, un año después de perder la Final contra los Potros.
“Definitivamente se hizo un parteaguas para esa generación y para el Atlante lo que se vivió exactamente hace 21 años con ese regreso a Primera División”, señala Fernández.
“Se fue al extremo de la angustia, me contaba Toño García cómo se desvaneció en el partido, no se podía mover”.
El ex portero cuenta que ha conocido aficionados azulgrana que estuvieron en el Estadio Cuauhtémoc y relatan orgullosos los males cardíacos sufridos ese día.
“A partir de ahí a algunos les cambió el color de la piel, se les empezó a manchar la piel por la angustia y lo recuerdan con mucho orgullo”, señala.
“Fue también como el eslabón indivisible entre los atlantistas esa generación de nosotros”.
Un par de años más tarde, mientras Pachuca volvía a descender, el Atlante era Campeón ante Rayados en Primera División gracias a una generación que llegó a tener hasta a siete representantes en la Selección Mexicana, entre los cuales estaban Luis Miguel Salvador, Raúl Gutiérrez o el propio Fernández.
“Los atlantistas de México lo recuerdan muchísimo, tienen marcada esa Final en Puebla como una de las fechas históricas del atlantismo. En Pachuca se recuerda mucho más que nosotros les ganamos el partido con que descendieron en el ’93”.