Investigadores de la UAEH desarrollan bioplásticos a partir de residuos orgánicos

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* El bioplástico puede tener aplicaciones en el área industrial, alimenticia y médica
* Estos materiales no podrán igualar al polietileno, pero tienen otras propiedades benéficas para el ser humano

Pachuca de Soto, Hidalgo. — A partir del aprovechamiento de los residuos agroindustriales, el Cuerpo Académico Consolidado de Biotecnología Agroalimentaria del Instituto de Ciencias Agropecuarias (ICAp), de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), desarrolla bioplásticos como una alternativa para reducir la producción de plásticos tradicionales derivados del petróleo.

La profesora investigadora del Cuerpo Académico Consolidado de Biotecnología Agroalimentaria, Adriana Inés Rodríguez Hernández, informó que comenzaron a explorar fuentes microbianas y vegetales para la producción de polímeros naturales como una forma de contribuir a la concientización de la problemática de la contaminación generada por los plásticos, al tiempo que se motiva a realizar acciones que permitan sustituirlos por materiales amigables.

Entre los residuos orgánicos usados se encuentran la cáscara de la tuna, xoconostle, mango, así como también se estudia al nopal, los cuales tienen propiedades de donde se pueden obtener polímeros, o dicho de otra manera, a partir de las moléculas grandes que poseen se pueden formar láminas o capas maleables para tener un nuevo material, que al provenir de fuentes renovables tiene una degradación más rápida que no daña al medioambiente, a diferencia del plástico tradicional.

Aunque el bioplástico jamás podrá igualar al polietileno, sí posee propiedades que no tienen los plásticos tradicionales, ya que al provenir de fuentes naturales renovables se les pueden agregar bioactivos (moléculas funcionales) que permitan contribuir a la salud humana, como por ejemplo, que la industria alimentaria reduzca el uso de aditivos químicos para conservar los alimentos, mismos que a la larga son tóxicos para el ser humano.

Por lo que dependiendo del proceso de elaboración en la producción de este tipo de materiales se pueden tener aplicaciones en el área industrial, alimenticia y médica, pues el bioplástico puede emplearse en empaques, envolturas para recubrir alimentos, en la creación de apósitos (productos sanitarios para recubrir heridas), o para tratar la dermatitis o acné, incluso pueden crearse prótesis que permitan reemplazar algún hueso.

Es por ello que se promueve entre el alumnado este tipo de tecnologías para que se involucren y desarrollen proyectos sostenibles, pero sobre todo, que los pongan en la práctica e implementen productos de alta tecnología para que no se queden a nivel de laboratorio y con ellos se contribuya a la reducción de la contaminación generada por plásticos.

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