Hidalgo Sport. Francisco Lozada.- Si un municipio puede presumir de tener el mejor estadio amateur de beisbol del país, es Omitlán, porque se pueden ver los partidos desde lo alto de la carretera, por su obra entre el pueblo y la naturaleza, donde ahora se juega el Santo Torneo, con los mejores ex-peloteros del país.
Carlos Pliego Arista, originario de este lugar, el mejor cronista de este inmueble y del rey de los deportes, comentó al respecto: “Soy de Omitlán de Juárez, antes se llamaba del 43 para atrás, Francisco Saravia; en la primera visita del Roberto Ávila González, nos visitó el 27 de noviembre de 1955, siendo campeón con los Indios de Cleveland, con porcentaje de 3-41 que jugo con Williams de Boston.
En ese tiempo el presidente municipal, era Ricardo Arista, pero el presidente del Centro Social Deportivo era Delfino Castañeda, ahí nace el nombre de Beto Ávila, primer estadio de Omitlán, con su nombre.
Este era un lote de siembra, un terreno, un lote baldío que se compró en 1945 a un precio de 4 mil pesos, dos mil lo puso el pueblo y dos mí el gobernador, Vicente Aguirre, así como la Escuela Melchor Ocampo.
Los mineros intervinieron, con el diseño, ellos de la compañía Real del Monte, pero independientemente los socios somos varios, algunos ya fallecieron.
El primer equipo de aquí fue en 1925, era el Deportivo Unión, en 1943 nació el Aztecas Omitlán, también hemos sido semillas de promesas infantiles que han portado la camiseta de México y se han ido a Venezuela, Colombia, y Japón.
De los destacados son Martin Borbolla Delgadillo, quien fue a Venezuela, Gustavo García Hernández, fue a Venezuela también, y Mauricio Chavero a Colombia.
Nos visitó Tula en el primer partido, vino Beto Ávila, se empató 2-2, en agosto de 1994 nos visitaron los Invasores de San Diego, vinieron prospectos de los Cardenales de San Luis y Yankees de Nueva York, ellos nos ganaron 9-5, y a ellos le gustó mucho por la vista, es una cosa maravillosa.
También aclaró que actualmente el ayuntamiento da 4 mil pesos cada mes, para mantenimiento del campo y los socios pagamos 15 pesos mensuales, así se administra el estadio.
Yo tenía dos hermano que fallecieron, César Pliego, la voz del estadio, Gilberto, que se metió duro a pelear por el estadio, porque en 1997, Napoleón Gómez Sada lo quería quitar, tuvimos problemas, reuniones con el presidente municipal, Fermín Cabrera, para que nos ayudara, así como con el gobernador Murillo (Jesús) y ahora todo esto es del pueblo.
Actualmente afirmó, de mi familia, solamente mi nieto sigue activo, Fernando Pliego del Ángel, que ya fue a Cartagena, Colombia, es el más destacado, el vistió la camiseta de México tiene 17 años.
Yo ya le dije a mi familia, que aquí van a dejar mis cenizas, esta es mi vida, toda la vida es beisbol, aquí me quiero quedar, ya contraté un mariachi que cantará 12 canciones, porque jugué en todas las posiciones y en cada una van a dejar un puñito de cenizas.
Carlos Pliego Arista, todo un personaje del beisbol y su historia en Omitlán, un municipio respaldado históricamente por este deporte y su escenario, que bien merece ser reconocido por la afición de México y del extranjero.