* La docente universitaria exhortó a la población en general que se respeten las esculturas y monumentos de los cementerios del país, debido a que dentro de estos lugares se encuentra un valioso patrimonio artístico y cultural de la nación.
*”Es importante dar a conocer estos monumentos y obras de arte para que en algún momento haya un presupuesto que contribuyan a su restauración y conservación”.
Pachuca de Soto, Hidalgo.- El Panteón de San Miguel en Tulancingo de Bravo posee 36 edificaciones y esculturas fúnebres, que han sido catalogadas como monumentos históricos por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), declaró la profesora investigadora María Esther Pacheco, adscrita al Instituto de Artes (IA) de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH).
Sin embargo, las fichas realizadas por el organismo gubernamental no brindan más información que la época de construcción y el tipo de monumento, ya que los familiares no tienen más datos al respecto; -“Resulta que las familias ya no tienen más información sobre estos monumentos, porque algunas de las tumbas más antiguas datan del año 1860, incluso muchos fueron cambiados de lugar”- declaró Pacheco sobre su trabajo por recopilar más datos acerca de los inmuebles.
Actualmente existe un alto deterioro natural en gran parte de los monumentos y lapidas del cementerio debido a la falta de mantenimiento, trabajos de restauración, la exposición, así como los cambios de lugar que se han realizado. Una de las tumbas con mayores problemas es la de Luis Ponce Romero cuyas esculturas con forma de mujeres han sufrido los estragos del tiempo, los rostros, cruz y corona de flores de piedra blanca se han ennegrecidos e incluso perdido fragmentos; algunas lapidas como las de Marie Suzanne o Guillermo De la Torre se encuentran rotas o mutiladas.
La docente garza exhortó a la población en general que se respeten las esculturas y monumentos de los cementerios del país, debido a que dentro de estos lugares se encuentra un valioso patrimonio artístico y cultural de la nación. A su vez, subrayó que es necesaria la gestión de recursos para la restauración de las obras catalogadas por el INAH, debido a que el último presupuesto destinado a estas labores se otorgó hace 15 años para la conservación de esculturas y pinturas de la catedral del lugar.
“El deseo de los investigadores que trabajamos estos temas de patrimonio cultural es que dar a conocer estos monumentos y obras de arte para que en algún momento haya un presupuesto que contribuyan a su restauración y conservación”, mencionó la investigadora del IA.
Por otra parte, Esther Pacheco señaló que al indagar dentro de los archivos parroquiales encontró una particularidad que es notable resaltar, la cual refiere que anteriormente cuando se llevaba a cabo un bautizo o un matrimonio estos eran registrados en libros separados entre aquellos efectuados por españoles y los de castas, sin embargo para las defunciones existía un solo registro.
“Todos somos iguales a la hora de la muerte, nadie va a poder escapar de este fin… no nos llevamos nada, por muchos bienes que hayamos tenido o conocimiento que hayamos adquirido, somos iguales” sentenció Pacheco.
