*Alerta por saturación en hospitales de Hidalgo es un llamado a retomar medidas de bioseguridad
*El sector de mayor riesgo son los no vacunados, por lo convocó a hacerlo y evitar acudir a lugares concurridos sin ventilación
*La vacuna garantiza que en caso de contagio, la persona que porta el virus lo transmite en menor medida
Pachuca de Soto, Hidalgo. – “Lejos de disminuir, la tercera ola de la pandemia sigue en aumento. Ante la saturación de hospitales por pacientes con COVID-19 durante esta etapa de repunte por la aceleración del contagio y el número de casos de personas infectadas por la variante Delta del virus SARS-CoV-2, es urgente incrementar las medidas de bioseguridad, principalmente en los sectores de la población que no se han vacunado”, así lo indicó el especialista y académico de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), Juan Francisco Martínez Campos.
El subjefe del Área Académica de Medicina, Juan Francisco Martínez, explicó que los epidemiólogos hacen una medición para conocer el número de reproducción básica (R-0) del virus SARS-CoV-2. Dicha medición indicó que la variante Delta del virus tiene un R-0 de 7, es decir, tiene la posibilidad de aumentar su capacidad de transmisión o contagio de una persona a otros dos veces más que la ancestral que puede contagiar hasta tres personas; lo anterior se debe a que las cargas virales de la variante Delta son más altas.
En ese contexto, el sector afectado más recientemente por el virus causante del COVID-19 y la variante Delta de dicho virus son las personas no vacunadas, es decir, los más jóvenes. El aumento de contagios por COVID-19 se debe principalmente a que se han relajado las medidas de bioseguridad, afirmó el académico, quien consideró que las personas disminuyeron sus cuidados de protección personal, pues hay más movilidad y desesperación por el cierre de actividades.
“Esto otra vez pone en situación de estrés al sistema de salud hidalguense, porque hay más demanda de hospitalizaciones y atención médica”, indicó el universitario. Citó que de acuerdo con la Secretaría de Salud estatal, en Hidalgo hay 18 hospitales saturados por COVID-19. Los Hospitales Generales de Pachuca y Tulancingo están al 95 por ciento de su capacidad y el Hospital Inflable COVID de la capital hidalguense, así como los Generales de la Huasteca y del Valle del Mezquital están al 85 por ciento, mientras que en Tlanchinol, Huichapan, Actopan, Sierra Otomí-Tepehua, Huejutla y Jacala los centros médicos están al 100 por ciento de capacidad.
A ello se añade que además del reporte de los centros de salud y las estadísticas de los gobiernos federal y estatal, existe un sub-registro de casos de contagio por COVID-19 que solo cuentan los casos confirmados en laboratorio y el número de hospitalizados.
El subjefe del Área perteneciente al Instituto de Ciencias de la Salud (ICSa) indicó que gráficamente, el repunte de la pandemia se aprecia como una vertical, lo que se ha denominado “La Vertical Delta”, porque es esta variante es la que ha generado un mayor número de casos de infectados y una aceleración de contagio más alta.
De acuerdo con el especialista, la tercera ola de la pandemia en México es propiciada por diferentes factores como las concentraciones de población, la movilidad de las personas y el relajamiento de las medidas de bioseguridad, por lo que se espera que en próximas semanas sigan en aumento los contagios. “Hay casos que no están confirmados y siguen transmitiendo la enfermedad, no se ve que vaya a disminuir pronto”, mencionó.
El doctor Juan Francisco expuso que el SARS-CoV-2 es un virus que se transmite por el aire, por ello recomendó que además de sanitizar las superficies y desinfectarse las manos constantemente con gel o con lavado, se debe procurar permanecer en lugares con buena ventilación para que haya control de concentración de dióxido de carbono (CO2) y menor posibilidad de transmisión del virus.
Particularmente a los jóvenes, quienes son el sector de mayor contagio en esta etapa de la pandemia, recomendó que acudan a vacunarse cuando les corresponda, ya que hacerlo les garantiza que en caso de adquirir el virus del COVID-19 presenten síntomas más leves, además de que disminuye la posibilidad de cuadros graves o complicaciones mortales. Aclaró que la vacunación “no es un pasaporte para hacer lo que quieran”, por ello insistió en abstenerse de acudir a lugares cerrados y sin cubrebocas.
Al contar con la vacuna, también existe menor posibilidad de contagiar a otras personas, afirmó. “El virus se transmite de forma menor cuando se está vacunado. Hay personas que vacunadas transmiten el virus tres o cuatro días, los no vacunados transmiten durante 10 días”, puntualizó.