Hidalgo Sport. Agencias.- Ángel Di María hizo estallar a los argentinos. Tras el gol de la gran final, al minuto 21, la grada celeste vibró y coreó con fuerza el: “Brasil, decime qué se siente, haber perdido la Final…”, pero fue hasta la falta que Paredes le hizo a Neymar y por la que recibió una tarjeta amarilla en el minuto 33, cuando la fanaticada brasileña, al ritmo de tambores calentó el ambiente con un “Brasil, Brasil, Brasil”.
Lo que para la verdeamarelha es una Final más (o al menos ese fue el sentir en estos últimos días en Río de Janeiro), para Argentina fue la gran oportunidad de por fin ganar un título absoluto después de casi tres décadas y de, posiblemente, llegar enchufados al Mundial.
La hinchada argenta decidió agruparse en un córner y así, concentrados todos en una esquina, daban la sensación de parecer muchos más que los brasileños que estaban todos diseminados por el campo, pero que en ningún momento dejaron de apoyar. La afición reclamó con silbidos las interrupciones al juego en el primer tiempo.
En la segunda parte, los brasileños salieron enchufados y conectaron con la afición que no paró de animar. Mientras tanto, en la grada argentina el “Olé, Olé, Olé, Diego, Diego”, con infinitos saltos, emocionaba a los presentes. Sin embargo, los de Tite llegaban con más facilidad y con mucho peligro al arco y los albicelestes se llevaban las manos a la cabeza cada vez con mayor frecuencia.
Hacia el minuto 80 se fueron calentando los ánimos. Los silbidos no paraban cada vez que uno de los jugadores caía al suelo (que fue en numerosas ocasiones). La afición siguió exigiendo que se jugara al futbol y eso pasó muy poco en la Gran Final por la que se tuvo tanta expectación. Argentina es campeona de la Copa América después de 28 años, Messi ha ganado su primer título absoluto con su país y los dos mil 200 argentinos radicados en Brasil tuvieron la fortuna representar a su nación y de poder aplaudir a su Selección.
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