Hidalgo Sport. Agencias.- “La maternidad no está peleada con seguir cumpliendo tus sueños, podemos hacer las dos cosas”, asegura Paola Espinosa, quien está a un paso de disputar sus quintos Juegos Olímpicos donde buscará su tercera medalla en la máxima justa deportiva.
La doble medallista olímpica y campeona mundial de clavados, quien hará historia en Tokio 2020 como la primera deportista mexicana mujer con el mayor número de participaciones olímpicas, abrió su corazón con RÉCORD para hablar sobre el momento más importante de su vida: el ser madre.
“Fue increíble, la verdad que tenía mucho miedo, no sabía qué podía pasar, soy mamá primeriza, entonces todo me daba miedo, pero en cuanto la escuché llorar y que los doctores estaban contentos y me decían que estaba bien, que estaba sana, me empecé a tranquilizar y me empezaron a dar muchas ganas de llorar. Me acuerdo mucho que en cuanto me la pasaron y la vi dije ‘es la cara de mi papá’. Mi papá falleció en el 2013, entonces como que todo el embarazo lo tuve muy presente y cuando me la pasaron dije ‘es igualita a mi papá, no puedo creerlo’. Ya después cuando me la pasaron al cuarto del hospital ya cambió muchísimo. Fue una emoción súper padre, muy emotivo, muy emocionante, de mucha satisfacción, de mucho gozo”, recordó Paola.
“No me imaginaba que pudiera ser tan feliz. Sí es complicado, pero no puedo comprar absolutamente nada de lo que me ha pasado con el hecho de ser mamá porque soy totalmente feliz”.
Después del nacimiento de su hija Ivana, compartió Paola, su vida estuvo en riesgo.
“Mucha gente solo cuenta la parte bonita y hace falta también contar esa parte complicada y difícil que es el ser mamá, con lo que sufres todos los días, con lo que lidias, con todas las preocupaciones, el tema de la lactancia.
“Empecé con fiebre y resulta que me dejaron placenta en la matriz, me puse súper mal, me fui al hospital a ella semana de dar a luz, entonces sí fue un proceso bastante difícil”, reveló la mejor clavadista mexicana de la historia.
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