Hidalgo Sport. Francisco Lozada.- “No hay vergüenza”, “más abajo no podemos estar”, “frases sabias”, para un entrenador (el peor de los últimos torneos cortos), que expresó durante la rueda de prensa, al término del partido que perdió el Pachuca 0-1 contra el Atlas, en su propia casa el estadio Hidalgo.
Con 2 puntos obtenidos de 18 posibles, la afición pachuqueña, con más de dos mil opiniones expresadas en la página del Club Pachuca, en los comentarios del entrenador Paulo Pezzolano, pide su cabeza, su destitución.
No se trata de una persecución, ni una cacería de brujas, porque son las mismas palabras, las mismas expresiones surgidas desde las cabinas y programas por analistas, comentaristas y narradores nacionales, especializados que conocen la historia del Pachuca.
Los números, las cifras, los resultados y la posición que guarda el equipo en la tabla general, así lo justifican, no hay engaño y lamentablemente la única que no se da cuenta o que no ha querido tomar una medida drástica, es la directiva de los Tuzos.
Será la falta de decisión, el rompimiento de un contrato?, puede ser, la falta de compañerismo o que perdió su autoridad y control ante los jugadores y ellos mismos le estén tendiendo la cama para su salida.
Hay varias circunstancias reales, que se deducen en el peor desempeño del equipo en un torneo corto, una institución con historia, con miles de aficionados inconformes que no terminan de aceptar su funcionamiento y que piden su destitución.
Plantel hay, con jugadores que llevan años en el equipo y que son íconos, que no han rendido un 50 por ciento de su capacidad, amalgamados por otros de renombre, en los que la directiva ha hecho importante desembolso para contar con la materia prima.
Pachuca, Cuna del futbol mexicano, el pionero de este deporte en nuestro país, que hizo su propia historia desde el estadio Revolución Mexicana, con grandes finales, con gradas llenas y con el extra en el cerro de cubitos, con una segunda época triunfal, nacional e internacionalmente, bajo el mandato de Jesús Martínez, en que se dio por llamar el “Equipo de México”, no se merece esto.
En este momento es prematuro pensar en algún sustituto, porque antes habría que darle las gracias al urguayo, pero en diferentes portales y comentarios, se habla del técnico ex-americanista, Miguel Herrera y la idea no es descabellada.
Sencillamente se trata de un hidalguense, nacido en Cuautepec, que de momento no tiene equipo y que no descartaría dirigir a un Pachuca con historia, necesitado en este momento de tomar un rumbo ascendente de acuerdo a su plantilla.
Las respuestas quedan en el aire y la directiva del Pachuca es quien debe tomar la decisión más conveniente, porque se trata de una institución ejemplar en el futbol mexicano, con una infraestructura de primer mundo y con una historia que no debe ser pisoteada por un técnico que no ha dado resultados hasta ahora.
