Hidalgo Sport. Agencias.- Con el tabique desviado en la nariz de Ben Roethlisberger, sangre escurriendo por el rostro de Ray Lewis o Ronnie Stanley llorando de dolor con el tobillo destrozado. Los duelos entre Steelers y Ravens suelen ser una auténtica carnicería, pero en la nueva normalidad se convirtieron en focos de infección tales que la NFL ha pospuesto en cuatro ocasiones sus dos duelos divisionales de esta temporada, el mayor ejemplo de los estragos del coronavirus en el calendario.
Luego de un preocupante brote de COVID-19 dentro del equipo de Baltimore, la NFL determinó primero posponer el encuentro pactado para el pasado jueves en Día de Acción de Gracias, pero al conocerse más casos, se reagendó para el domingo. Las cosas empeoraron en el seno de los Ravens y del domingo pasó al martes y después al miércoles.
Y es que de acuerdo con Pro Football Talks, jugadores de los Ravens amenazaron con negarse a jugar si el juego no se movía nuevamente, luego de conocerse cuatro nuevos casos positivos más a su lista que por mucho presume el peor brote de coronavirus registrado en la NFL durante esta temporada, mismo que dejó a los Ravens sólo con tres miembros de la línea defensiva y con un quarterback.
Los Steelers son ahora el equipo más perjudicado por la NFL y su manejo del COVID-19. No solo perdieron su semana de descanso original porque los Titans tuvieron un brote, sino que también perdieron su semana de descanso que se suponía que seguiría al choque de Acción de Gracias de los Steelers con los Ravens, nuevamente debido a un brote de su rival en turno.
Y tampoco es que este equipo haya tenido diferentes días libres, pues en ambos casos, Pittsburgh completó todas sus prácticas semanales antes de que los juegos fueran reprogramados. Un total de 17 juegos habrán cambiado su lugar en el calendario debido a los múltiples contagios que han sufrido los equipos a lo largo de esta temporada hasta ahora, después del nuevo recomido derivado del último movimiento a causa de los Ravens.
De esos 17 partidos, en cuatro de ellos han estado inmiscuidos los Steelers, además de las tres reprogramaciones sufridas en este último juego ante Baltimore. Y es que como consecuencia, el juego entre Pittsburgh y Washington originalmente programado para el domingo próximo se pospuso hasta el lunes 7 de diciembre.
La liga se ha aferrado a acomodar los partidos cuales piezas en un enorme tablero de ajedrez, pero con el tiempo encima, la opción de una Semana 18 y la anexión de un equipo más en Playoffs para conformar una lista de ocho por conferencia, parece una opción cada vez más factible, por lo que Pittsburgh —que se perfila para tener su única semana de descanso en el bye de postemporada como mejor sembrado— terminaría por no descansar una sola semana en la temporada.
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