Hidalgo Sport. Agencias.- El crujir del madero a cada golpe de pelota retumbó lapidariamente en el Oriole Park de Camden Yards la tarde del 29 de abril del 2015. La tragedia por la muerte de Freddie Gray cuando se encontraba bajo custodia policial orilló a que el juego entre Orioles y White Sox se disputara sin público, un hecho entonces sin precedentes que ahora marca el preámbulo de lo que será una temporada 2020 con encuentros a puerta cerrada por el coronavirus.
Por primera vez en 144 años, los hot dogs y la cerveza permanecerán guardados para una mejor ocasión y en los parques de beisbol resonará un silencio ensordecedor que hará recordar a cada jugada la magnitud de una pandemia que postergó por 119 días el Opening Day. El mundo se unió a la distancia y ahora, más allá de las diferencias contractuales entre la MLB y el sindicato de jugadores o de los recientes escándalos por robo de señales, es momento para que la magia del deporte rey haga olvidar el acumulado de infortunios.
Será la primera temporada con las taquillas de los 30 equipos cerradas hasta nuevo aviso y la más corta -con tan solo 60 encuentros por equipo de los 162 que usualmente dura- desde 1878, producto de la postergación por la pandemia y la disputa económica entre Rob Manfred y los peloteros, misma que dio de qué hablar de forma negativa durante la extendida pausa. Pero ahora es borrón y cuenta nueva, con novenas que ilusionan con sus nutridos rosters y figuras como Mike Trout y Gerrit Cole que buscarán hacer valer sus jugosos contratos.
Un montón de nuevas reglas y regulaciones diseñadas para mitigar una eventual infección por Covid-19 entre jugadores, entrenadores y árbitros, harán aún más genuina esta campaña. En este contexto que roza el surrealismo están los campeones Nationals al acecho de Dodgers y los Yankees, equipos que hicieron movimientos audaces en la temporada baja en un esfuerzo por fortalecer sus posibilidades de salir triunfantes de la Serie Mundial.
Con la incorporación de Mookie Betts, la novena manejada por Dave Roberts luce como una película con el mejor reparto, capaz de cautivar a la más reacia crítica cinematográfica, pero con un estigma similar al de Leonardo Di Caprio en los Premios Oscar. En contraste, los Astros no solo recibieron sanciones históricas por uno de los escándalos más grandes que el beisbol haya visto con el robo de señales, sino que también perdieron al subcampeón del Cy Young Gerrit Cole, contratado por unos Yankees que lucen como los grandes contendientes junto a los Dodgers.
Será pues, turno de los totems del deporte rey el poder hacer pasar un buen rato -aunque a la distancia- a una afición ávida de beisbol. A pesar de la tensión y las polémicas, tras el grito de “¡Playball!” será momento de hacer aún más sólidas las costuras de la pelota y darle un giro a la turbulenta historia reciente de las Grandes Ligas.
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