HISTORIAS DE VIDA: MIGUEL ÁNGEL MORENO

0

Por: Olga León Téllez

 

La necesidad de caminar 14 kilómetros diarios desde su infancia, fue la batuta que direccionó su vida y lo llevó a cumplir grandes y acariciados sueños.

Miguel Cruz Moreno es un deportista de excelencia, un hidalguense que consumó relevantes conquistas, y un mexicano que demuestra que cuando se quiere, se puede.

Hidalgo Sport comparte este día la Historia de Vida de todo un personaje, con su esfuerzo y entereza trascendió y ocupa un lugar entre los grandes.

CAMINAR POR NECESIDAD

Ser habitante de San Francisco Tecajique, en San Juan Solís, muy lejos de la cabecera municipal de San Agustín Tlaxiaca, obligaba a Miguel Cruz Moreno a caminar diario para estudiar primaria, pero como una de sus cualidades es ser puntual, imprimió velocidad y por necesidad empezó a correr.

Así fue haciendo de una fuerte y envidiable condición física a su mejor aliada, fue la llave que le abrió el camino y le ayudó a cristalizar grandes sueños.

EMIGRA A LA CIUDAD DE MÉXICO

Buscando una preparación académica y mitigar los gastos familiares, Miguel Cruz emigra a la ciudad de México, estudia y trabaja en un estacionamiento lavando carros y nuevamente tiene que correr 21 kilómetros diarios para cumplir sus compromisos.

“YA ME VI, ME EMOCIONABA Y SOÑABA”

“Cuando nos daban permiso de ver televisión en casa ajena, veía a los atletas que ondeaban la bandera de México y escuchaban el Himno Nacional, me emocionaba, y soñaba: Algún día yo seré el protagonista de ésta bella imagen que se apoderó de mi mente”, comenta Cruz Moreno.

Recuerda que con 19 años de edad escucha hablar del Comité Olímpico, y guiado por otro hidalguense, Ariel Armenta, llega al complejo deportivo; por iniciativa propia empieza a relacionarse hasta que llega al club Dovers, especialista en velocistas, y aunque él era fondista, estar ahí significó un gran paso.

TU NO TIENES FÍSICO DE ATLETA

“Aun suenan en mi mente las crudas palabras de mi primer entrenador, el enorme Tadeus Kempka, polaco, y considerado el padre del atletismo en México.

Tu no tienes posibilidades de sobresalir, tu físico no te ayuda, tu no llegarás lejos. Me lo repetía Kempka. Luego entendí que era psicología inversa, saqué el carácter y adquirí fuerzas para demostrar lo contrario”, afirma nuestro invitado, que en aquella época era apodado como “El Mosquito”, por su habilidad y destreza.

AL PANAMERICANO DE BRASIL

Enfrentando difíciles adversidades, Miguel Cruz se encuentra de repente entrenando con la crema y nata del atletismo de aquella época, José Gómez, Luis Hernández, Carlos Victorino, Rodolfo Gómez, Mario Pérez, entre otros, todos medallistas olímpicos, quienes fueron su mejor escuela e inspiración.

Era el año 1980, participa en su primer selectivo y califica para el Panamericano de Brasil. “Me equivoco de manta y sin previo conocimiento de la ruta me avientan hasta el sitio 29. Dura experiencia, pero aprendí mucho y decidí que no sería un obstáculo”, afirma.

CAMPEÓN NACIONAL

Ese mismo año se convierte en campeón nacional en la prueba de 10 mil metros en Jalapa, Veracruz, pero antes pide apoyo del IMSS para inscribirse, pues no tenía club propio.

Ya como monarca nacional lo invitan a un Marathón, lo gana con facilidad, detiene el cronometro en 2 horas 20 minutos, cruza sólo la meta y ya había expertos observando su talento.

LA GRAN OPORTUNIDAD

Ya con etiqueta de prestigio, Miguel es invitado y becado por el club de la Secretaria de Comunicaciones y Transportes, al lado de Rodolfo Gómez, Raúl González y Daniel Zaragoza, entre otros gigantes de la época.

Un año después acude al selectivo para los Centroamericanos, la justa se realiza en Veracruz bajo un intenso calor de 34 grados, lo gana, y consigue su boleto para ir a Cuba, donde conquista medalla de bronce.

PANAMERICANO A LA VISTA

En 1983, llega a la carrera deportiva de Miguel Cruz el selectivo de Guadalajara, acude y califica para el Panamericano de Venezuela, supera muchas adversidades, la delegación mexicana se olvida de él para proporcionarle abastecimiento, pero saca fuerzas y le arrebata la medalla de bronce a un venezolano en su país, con estadio lleno. Un recuerdo mágico que atesora.

AÑORADO APOYO DE SU ESTADO

“Nunca dejé de pensar en mi bello estado de Hidalgo, busqué insistentemente al entonces gobernador Guillermo Rossel, aunque nunca me recibió ni me ofrecieron aunque fuera un refresco, le dediqué a mi estado todos mis logros nacionales e internacionales”, comenta con un dejo de desaliento.

SUEÑO OÍLIMPICO, CONSUMADO

Miguel Cruz viaja a Los Ángeles para buscar su calificación a los Juegos Olímpicos, justo de los Ángeles 1984 y lo consigue, pero meses antes se lesiona entrenando.

Decide no asistir, pero fue el mismo Kempka quien lo anima, asiste pero no resiste, abandona al kilómetro 37 con graves molestias, situación que lo aleja un año de las pistas.

REAPARECE EN 1985, GANA Y….¡ADIÓS!

Fue en el marathón de la Ciudad de México, que se pospone por el temblor, cuando Miguel tiene tiempo de recuperarse, participa y gana al lado de un corredor no inscrito, pero éste apela y desplaza a Miguel al segundo sitio.

“La prensa destaca el fraude en mi contra, se arma un gran revuelo, llegan a mi persona amenazas de muerte en Cuajimalpa donde entrenaba, por orden de Sandalio Saenz de la Maza empieza una persecución, y ahí decido retirarme y regresar a mi estado”, afirma Mario con frustración y molestia.

OTRA VEZ EN HIDALGO

Otra vez en su estado empieza a entrenar a atletas como Nazario Cano, Luciano Flores y Noé Martínez entre otros, conoce a José Hernández, entonces secretario de gobierno, quien tiene referencias de su prestigio y lo envía con Omar Fayad, que era secretario de la SEPH.

Se prepara como profesor de Educación Física y se certifica en varios temas al respecto, toma numerosos cursos y diplomados y se titula como entrenador deportivo.

Primero trabaja en El Mexe, después en la Secundaria General 7, después, durante 17 años ininterrumpidos, en la general 3, donde se jubila en el 2014.

SEIS AÑOS DE PREPERACIÓN INTENSA

Miguel Cruz nunca deja de prepararse ni de apoyar al atletismo de su estado, y apenas hace unos meses fue invitado a colaborar como entrenador, visor y detector de talentos por el Instituto Hidalguense del Deporte, a través de su metodóloga Juana Reyes, donde actualmente desborda su pasión, experiencia y conocimientos.

EL DATO

Miguel Cruz trabaja con un grupo aproximado de 23 corredores que dice llegarán muy lejos, pues poseen talento, sólo requerirán apoyo, pues la mayoría estudian, pero tienen casta para aspirar en grande como él lo soñó y lo logró.

SU FAMILIA

Miguel Cruz comparte su vida en compañía de su esposa Aracely Ángeles Cerón, su hija Rosa Mishelinne y su hermosa nieta Jaslyn, su compromiso, inspiración y motivo para seguir soñando.

PASATIEMPOS

En sus ratos libres estudia nuevas estrategias de entrenamiento, sabe que la actualización es indispensable, disfruta de su familia y agradece a dios por ésta, la Historia de vida que le tocó vivir.

FELICIDADES, ENHORABUENA.

 

Foto: Roberto Ramírez

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí