Hidalgo Sport.- Despunta la mañana. Miguel Ángel ve con fijeza su meta más próxima. Son cien metros. Otros cien… y quizá, otra medalla.
Lo acompañan su mamá y su entrenador. Como cada vez que corre. Entrena dos veces por día…. Lo sustentan tres medallas de oro y cuatro de plata. Y un guerrero de 13 Años.
Con la sonrisa que solamente nace de un bien ganado orgullo, su mamá, Verónica Olvera, recuerda que no ha sido fácil para una madre soltera y un chico con síndrome de Asperger y es por esa razón brilla su rostro… y el de él.
Aceptar que el divorcio de sus padres no fue su culpa, concentrarse con dificultad y reacciones poco comprendidas para la mayoría, son contratiempos diarios que fueron superándose poco a poco, a partir de su incursión en las carreras atléticas y otras actividades en su medio, recuerda su madre y confirma su entrenador.
Pero la meta de hoy, la de este momento, está a cien metros. ¿Qué vas a hacer después? Se le cuestiona. Voy a entrenar al rato, luego voy a descansar con mi mamá, responde.
“Me gusta ir delante de todos, sentir que me siguen. Me gusta que me digan que represento a mi escuela, la Telesecundaria Uno”, dice sin dudar cuando se le pregunta que es lo que más disfruta de correr.
Su entrenador destaca su tenacidad, su determinación, su fortaleza. No existe una Asociación que fomente competencias entre los niños con Asperger, de ahí que compite en donde se lo permiten, siempre decidido, siempre para ganar. Aun cuando tiene mucho tiempo ganando. Y en competencias más duras.
Él es Miguel Ángel Suárez Olvera, un niño especial de 13 años que ha decidido integrarse en la sociedad, superando desigualdades y obstáculos. Con el apoyo de su mamá estas metas salen de las pistas para llegar a las aulas.
Con este ejemplo de templanza, Miguel dice a otros niños que alcanzar metas es posible, aun cuando te digan que no puedes.
Que si dedicas tiempo a algo, con seguridad lo llegarás a hacer muy bien. Quiere decirlo a otros niños que también se escuchen a sí mismos para poder encontrar nuestro camino.