Hidalgo Sport. Televisa.- El Barcelona, sin brillo en el juego pero letal en ataque, remontó un partido que se le complicó ante un combativo Rayo Vallecano (3-1) y sumó otros tres puntos más en La Liga antes del partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones contra el Lyon.
El líder reaccionó al gol de Raúl de Tomás en el primer tiempo gracias, en parte, a los cambios ofensivos en el segundo tiempo de Ernesto Valverde.
Piqué, antes del descanso, Messi, de penalti, y Luis Suárez acabaron con la resistencia del Rayo que, pese a competir ante el todopoderoso equipo catalán, encadenó la sexta derrota consecutiva.
Partido de entreguerras, en las gradas y también en el césped, donde los jugadores del Barcelona, después de cuatro partidos seguidos jugando lejos del Camp Nou, mostraron una versión diesel, pensando en la eliminatoria todavía abierta contra el Lyon.
Le costaba abrir el campo al equipo azulgrana. Los laterales no sorprendían por fuera, mientras que por dentro ni Messi ni Coutinho exigían a los zagueros vallecanos.
Hubo tres llegadas locales que precedieron el tanto de Raúl de Tomás. El ‘9’ del Rayo, que en los primeros compases del partido avisó con una caída al borde del área que el árbitro no pitó, cazó un balón largo y, en solitario, sorteó a Piqué y Semedo para inventarse un cañonazo ajustado al poste izquierdo de la portería defendida por Ter Stegen (0-1, min.25).
El Rayo conseguía así algo que al Real Madrid se le resistió en los dos últimos clásicos consecutivos: derrumbar el muro del guardameta alemán.
Se le complicaba el partido al Barcelona que remó, con más corazón que juego, antes del descanso. El asedio tuvo premio y llegó a balón parado. Falta lateral trazada por Messi y Piqué, desde atrás, remató a placer con la testa para igualar el encuentro (min.39).
No lo veía claro Valverde y, tras la reanudación, dio entrada a Dembélé. Esta vez el sustituido no fue Coutinho, sino Arthur.
El Rayo salió impetuoso con dos llegadas de Comesaña y Bebé, que la zaga azulgrana solventó sin demasiados problemas. No obstante, el ritmo era azulgrana. Abría el campo el Barcelona y así llegó el penalti de Amat a Semedo con una zancadilla inocente cuando el portugués dibujaba el regate.
Esta vez Messi no cedió el balón a su amigo Luis Suárez y, con un sutil disparo raso con la zurda, engañó a Dimitrievski (2-1, min.51). Gol número 26 en la competición doméstica del rosarino, que se convierte en el segundo jugador de la historia del club que más partidos ha disputado en la Liga (443) solo por detrás de Xavi Hernández (505).
No cerraba el encuentro el Barcelona que no domaba el encuentro en el mediocampo y aceptaba el intercambio de golpes. Valverde quiso frenar el ritmo diabólico con la entrada de Rakitic.
Fue precisamente el croata protagonista en el tercer tanto. La gacela Dembélé condujo la transición, Rakitic trianguló dentro del área con Luis Suárez y el uruguayo anotó a placer para llevarse otro triunfo en el que la inercia azulgrana mandó por encima del juego.