Hidalgo Sport. Francisco Lozada.- En el futbol -todos sabemos- gana el que hace los goles, no el que domina o el que juega bonito y esa fue la diferencia que le dio el triunfo al Monterrey frente al Pachuca, en el estadio Hidalgo, al inicio del Apertura 2018.
Fuera de los tres puntos que al momento coloca a los Rayados entre los seis ganadores y los Tuzos se quedan en el sótano, se trataba de un juego muy especial, considerado como un duelo de orgullo entre los estrategas.
Sí, el debut de Diego Alonso con los norteños, después de cumplir con su ciclo en el Pachuca, quien obviamente su máximo deseo era ganar a sus ex, en el estadio Hidalgo y así sucedió, en tanto que Pako Ayestarán no tuvo la presentación pretendida ante sus seguidores.
Debemos mencionar que Monterrey vino con su mejor plantel, aunque le faltaron dos o tres de los pilares, mientras que el Pachuca se presentó con un cuadro más modesto, pero que luchó y dio la pelea durante los 90 minutos, la diferencia -repito- el gol.
Las consecuencias, de momento, no repercuten mucho en los números, más bien se trata del orgullo de los estrategas, aunque también a la larga, los Tuzos tendrán que dar el extra, porque hay equipos mucho más reforzados y con técnicos reconocidos que marcan diferencia.
Ayestarán se la tendrá que jugar con algunos jugadores de ascenso, cuya ventaja será aprovechar y demostrar el hambre que tienen de triunfar en el máximo circuito, y no dejar puntos en el camino, porque al final se convertirá en un gran problema.