Hidalgo Sport. Francisco Lozada.- Una vez más, la natación vino de abajo para cubrirse de metal en una de las competencias más reñidas, que reúne a las máximas figuras del país, ya que se trata del Nacional de Curso Largo, selectivo para el Long Corse Far Western Championship 2018.
Después de una Olimpiada Nacional discreta, vino este evento, en el que los nadadores de Hidalgo lucieron en todo su resplandor, retornando la confianza entre directivos, entrenadores, padres de familia y autoridades deportivas.
Nuestros deportistas tuvieron un complicado inicio, que hizo dudar, pero al paso de los días, fueron ganando medallas y terreno, hasta sumar 33 metales, distribuidos en 12 oros, 10 platas y 11 bronces.
Además, se dieron marcas importantes, que coloca a algunos de los medallistas como posibles seleccionados nacionales, aunque se espera la lista oficial de la Federación Mexicana de Natación, para festejarlo a los cuatro vientos.
Sin duda, se trata de una participación digna, que deja de manifiesto la labor de la Asociación Hidalguense de Natación, al frente de Gustavo Martínez Mendoza, Omar Osorio, Fernando Mancera y compañía.
Otra novedad, es el surgimiento de nuevos talentos, que han demostrado clase para seguir escalando y en su momento ocupar los puestos de los de mayor experiencia, que por la edad deberán de escalar a otras categorías o terminar con su ciclo.
El Centro Estatal de Alto Rendimiento, con una alberca limitada por su antigüedad, apoyado por el Club Olympia, entre otros agremiados, se han convertido en un equipo, en una familia que dará mucho de qué hablar, si mantiene o mejora los resultados.
Con ello, se hace más palpable y necesario el funcionamiento de la alberca olímpica del Polideportivo la Plata, administrado por la Universidad Politécnica de Pachuca, terminada hace casi tres años, sin ponerla en funcionamiento.
Se desconoce quien deba dar las indicaciones para inaugurarla, después de elaborar un proyecto técnico y financiero en su servicio, pero la urgencia es de todos los que practican y promueven este deporte, por una necesidad natural y un inmueble en el abandono, que pide a gritos ser utilizado.
