DESDE EL KREMLIN AL RELOJ… Gran diferencia

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Hidalgo Sport. Luis Carlos León.- 23 de junio de 2014, era la última jornada de la fase de grupos del Mundial de Brasil y Croacia y México se enfrentaban; por un lado estaba la Croacia de Modric, Rakitic, Pletikosa, Olic, Srna, Perisic y Kovac, por el otro, México con Peralta, Márquez, Vázquez, Herrera, Guardado, Ochoa y el Piojo.
Aquel juego lo dominó de inicio a fin México, que calló la boca de los croatas, pues días antes habían dicho que vencerían sin problemas al conjunto azteca, y que a pesar de la enorme actuación de Ochoa frente a la verde amarelha, no representaría un problema para los delanteros de élite que tenían.
Tres por uno fue el resultado, México avanzaba a los octavos de final y Croacia se quedaba en primera ronda, sin embargo los daños colaterales le terminaron haciendo mejor al conjunto balcánico, comandado por Miguel Herrera.
Tras la Copa del Mundo, Miguel continuó al frente de la selección mexicana, mientras que Kovac fue sustituido, tras el fracaso que significó la eliminación en tierras amazónicas y trajeron a ocupar el cargo a Ante Cacic y poder llevarlos a disputar la Eurocopa de Francia.
Herrera consiguió de la mano de los árbitros una Copa Oro y al día siguiente fue cesado por golpear a un periodista en el aeropuerto de Filadelfia; tuvo que llegar de salvavidas Ricardo Ferreti y posteriormente Juan Carlos Osorio para llevar la eliminatoria de una manera tranquila, además de disputar la Copa América Centenario y la Copa Confederaciones.
Mientras tanto, Cacic solo consiguió llevarlos a la primera ronda de la Eurocopa 2016, hecho que marcó un hito en el fútbol croata, pues marcaba el retiro de Stipe Pletikosa y Darijo Srna, seleccionados desde 1999 y 2002, respectivamente. Sin darse cuenta habían dado un paso importante a su futuro pues dejaron a la sangre nueva el hecho de reinventar el método de aquel país.
De la mano del retiro de ese par de jugadores simbólicos, se dio el despido de Cavic y el nombramiento de Zlatco Dalic como nuevo timonel, quien le dio una nueva oportunidad a los Modric, Mandzukic y Rakitic, y que además los acompañó con los Subasic, Kovacic y Kalinic.
El proceso con Juan Carlos estuvo lleno de rotaciones, resultados abultados, cambios de posición y más rotaciones, hecho que provocó una inmensa desconfianza al exterior del equipo mexicano, pero una falsa creencia al interior de poder ser unos cracks de talla mundial como los pintaba el colombiano.
Por otro lado, las habladurías croatas bajaron de tono y se colocaron en un lugar en el que nadie los pudiera detectar y de esa manera poder trabajar sin mayores problemas y lejos de los reflectores, contrario a lo ocurrido cuatro años antes.
Para Rusia 2018, los habladores fueron otros, esos que nunca habían conseguido nada y que por nombre no habían tenido una gran historia dentro de sus más de 13 participaciones en copas del mundo, mientras los que ya habían ganado un tercer lugar optaron por estar en el “partido a partido”.
Mientras uno ganaba a Alemania sorpresivamente por uno a cero, los otros sufrían para ganar a Nigeria con un autogol y un penal. Unos se inflaban el pecho y decían que podían ser campeones, los otros esperaban el partido ante Messi y sus 22 sirvientes.
En la segunda jornada, Croacia le dio un baile a Argentina y México ganó con simpleza, sin contratiempos. Unos aumentaban su ego a pesar de no estar clasificados aún, los otros a pesar de ser líderes de un grupo complicadísimo seguían pensando en su último partido, sin reflectores ni contratiempos.
Los habladores resultaron los mexicanos, quienes no se bajaron de su idea de ser campeones y creerse más de lo que sus piernas pueden dar y por esa razón resultaron exhibidos por los suecos y castigados por los brasileños, los croatas callados y en penales han avanzado por cada ronda, eliminando a Dinamarca (equipo que le ganó a México antes del Mundial) y a Rusia.
A cuatro años de aquel partido en Recife, parece que el verdadero ganón fue Croacia y no la Selección Mexicana, a cuatro años de aquel encuentro uno está exhausto, pero en semifinales y el otro de vacaciones. La diferencia pudo haber sido un ladrillo, el mismo en el que se subieron los mexicanos después de que se bajaron los croatas.

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