Hidalgo Sport. Francisco Lozada.- Esta vez, el tema es el futbol femenil, pero no en cuanto al desarrollo de las semifinales, ni de quien pinta para campeón entre Tuzas y Chivas, sino de la creación de su liga y de la rápida evolución que ha sufrido este deporte entre la afición y el nivel futbolístico que han alcanzado las jugadoras.
De que hay talento, está comprobado de sobra, sencillamente porque son mexicanas, que estaban en el closet, porque no tenían la forma de dar a conocer sus cualidades, de las que ahora todos gozamos.
La decisión de crear la Liga Femenil costó mucho tiempo por falta de visión, por machismo, decisión o confianza de los directivos, pero en cuanto se hizo efectiva, los resultados se empezaron a dar y con tanta “suerte”, que el Pachuca fue campeón de Copa.
No, no es buena o mala suerte, sencillamente es la capacidad que ha mostrado la directiva de las Tuzas, aplicada primeramente en el varonil, con el éxito necesario que se ha convertido en ejemplo para otras instituciones.
Esta breve introducción viene al caso, por el partido que ofrecieron Tuzas y Chivas en el estadio Hidalgo, con un lleno total de aficionados, que gozaron cada segundo del juego, como lo hizo un servidor por televisión.
Vaya técnica, entrega, disciplina y corazón de ese puñado de jovencitas, que se dedican a lo suyo, a lo que saben y quieren y que un juego lo convierten en un espectáculo, sin dramas, engaños al árbitro, y mucho menos reclamaciones, como lo hacen lamentablemente los varones.
Hace algunos ayeres “dirigí” al equipo Alpac, familiar, con la mamá de mis hijos y sus hermanas, al principio era recreativo, con las enseñanzas básicas de recepcionar y tocar; costó trabajo, pero en dos años se le ganó 2-0 a las “Chivas” de Tulancingo, un referente de este municipio, que festejamos como un título.
Así jugó varios años en torneos de barrios y colonia, hasta ser invitado a las ferias de algunos municipios, como Huejutla, desde entonces, me apasiona el futbol femenil y las Tuzas sean ganado mi aprecio, reconocimiento y cariño, porque desde ahora ya son el ejemplo y la motivación de miles de niñas que también las siguen de cerca.