Hidalgo Sport. Francisco Lozada.- Con las elecciones en puerta, para elegir nueva directiva de la Asociación Hidalguense de Atletismo, se analizan dos grupos de promotores: Uno que se dedica a promocionar las competencias de pista en el Centro Estatal de Alto Rendimiento y otro encargado de realizar y avalar las carreras de calle.
Por un lado, la promoción que encabeza el cubano, José Merlín, apoyado por Fabián Zuriel y Félix Serano, los tres dependientes del Instituto Hidalguense del Deporte, realizan una ardua labor, que va desde sus visitas a escuelas municipios del estado, sin la presencia o conocimiento de la presidenta de la AHA, Lydia García.
El distanciamiento de la dirigente va desde que el entrenador cubano no conoce a Lydia, después de tres meses de prestar su servicio en el CEAR, cuando deberían de trabajar de la mano, en una labor conjunta.
Sin embargo, la presidenta de la AHA ha estado presente en la mayoría de ruedas de prensa y desarrollo de carreras “altruistas” de calle, donde se reúnen miles de pesos, que supuestamente son de apoyo a instituciones de beneficio y cuya entrega de recursos, jamás se ha entregado públicamente, con sus respectivos montos.
Extraño, pero estas competencias se realizan conjuntamente con personal del InHiDe, mientras que la promoción de pista está a cargo de otro grupo, sin la presencia de un directivo oficial, y mucho menos con un apoyo designado.
Lamentablemente, en las elecciones de la AHA, participan únicamente los clubes afiliados, que son mínimos y sin una jerarquía o iniciativa para tomar una decisión, ante el malestar de los padres de los atletas que viven esta anomalía, sin poder intervenir directamente.
Otro detalle, es que en una entrevista, Lydia García, afirmó que por reglamento el presidente debe ser de la capital hidalguense, dejando al margen a promotores de municipios, interesados y con la capacidad para desempeñar esta función.
Sin duda, uno de los casos más prioritarios, donde deberá intervenir la nueva titular del InHiDe, Fátima Baños Pérez, porque el atletismo de pista y campo está en primer término y no las carreras de calle, que se han convertido en un negocio de varias escuelas e instituciones, ajenas a la verdadera promoción de esta disciplina.