Hidalgo Sport. Medio Tiempo.- En múltiples ocasiones, la historia y mote de Cenicienta traspasó la barrera de los cuentos de hadas y tomó forma en el deporte a través de aquellos equipos que sorprendieron al mundo, sobreponiéndose al anonimato y al escepticismo para confirmar que “los sueños pueden hacerse realidad”.
Gales e Islandia son los ejemplos del 2016 dentro de la Eurocopa de naciones, pero no son los únicos combinados nacionales que han enchinado la piel en la memoria reciente.
En el Viejo Continente, en 1992, la historia la escribió la Selección de Dinamarca que ni siquiera había clasificado a la Euro, pero la ausencia de Yugoslavia por la Guerra de los Balcanes le abrió la puerta. Cuatro históricos del futbol como Francia, Inglaterra, Holanda y Alemania no pudieron con los daneses, que coronaron a una generación que tenía a los hermanos Michael y Brian Laudrup, junto a Peter Schmeichel.
En 2004, el futbol europeo volvió a cimbrarse con la poco espectacular –pero muy efectiva- Grecia de Otto Rehhagel, que dejó en silencio a toda Portugal al ganarles la final en su país, en el más grande logro del balompié helénico hasta la fecha.
República Checa sacudió la Euro 1996 celebrada en Inglaterra cuando alcanzó la final en su primera presentación como nación; entre sus víctimas se enumeraron Italia, Portugal y Francia, pero el primer gol de oro de la historia les privó de alzar la copa contra Alemania.
La Copa del Mundo, el torneo de futbol más importante del orbe, no ha quedado exento de las Cenicientas. En el 2002 nos irrumpió la sorpresiva Turquía y una “beneficiada” Corea del Sur, que se instalaron en la antesala del juego por el título, aunque Brasil y Alemania los devolvieron a la realidad.
Cuatro años antes -1998- maravilló la Croacia de Suker, Proscinecki, Boban y Jarni. La todopoderosa Alemania fue humillada por los balcánicos en cuartos de final y el anfitrión Francia estuvo cerca del abismo en semifinales, pero Lilian Thuram fue la “bruja” del cuento aquella noche en París.
Los Juegos Olímpicos y su espíritu son también el lugar ideal para ser testigos de estas proezas con un balón y dos porterías de por medio; de hecho, ahí se vivió la más emotiva de estas historias para los mexicanos.
El Tri se colgó la medalla de oro en 2012 contra todo pronóstico ante la potencia llamada Brasil en el mítico Wembley de Londres; otros casos son los de Paraguay en Atenas 2004 ganando la plata, y Polonia también agenciándose la argenta en Barcelona 1992.
En este año, Gales se está estrenando a lo grande en la Euro, alcanzando las semifinales. ¿Lo mejor? Que el sueño persiste y puede extenderse hasta el capítulo final, pues el miércoles se medirá a Portugal para lograr el pase a la final en París, la Ciudad Luz, en donde la Cenicienta querrá brillar y deslumbrar al mundo del futbol, una vez más.