Descubren tumbas de más de mil 900 años en Atotonilco de Tula

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Hidalgo Sport 1Hidalgo Sport. José Antonio Naciff.- Tres tumbas de la cultura prehispánica Zapoteca que datan de hace unos mil 900 años, fueron descubiertas por arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia en territorio de los municipios de Tepeji del Rio y su vecino Atotonilco de Tula ubicados al surponiente de la capital hidalguense.
Los hallazgos confirman la teoría de que dicha civilización no solo se confinó al estado de Oaxaca y que incluso floreció entre la sociedad Teotihuacana de ese período, afirmó el Arqueólogo Carlos Reyes Hernández.
Explicó que primero se localizó una tumba de la cultura Zapoteca en el municipio de Tepeji del Rio, con lo que se pudo demostrar su presencia en esta región del Valle del Mezquital y los enclaves o asentamientos que quedaron representados no solo por su cerámica.
“Ahora se ha confirmado el descubrimiento de varias tumbas de esa cultura en la región”, afirmó el investigador.
Señaló que los investigadores del INAH han calculado que la tumba Zapoteca de Tepeji del Rio, data de entre unos 200 a unos 100 años Después de Cristo ubicándola en el período Preclásico Superior, lo que se ha podido confirmar a través de su piso labrado en laja de piedra.
Esta obra prehispánica se realizó bajo lo que se presupone fue una casa de la época, abundó Carlos Reyes Hernández.
¿Qué otras cosas contenía? Se le preguntó:
“Lo que contiene son sahumadores que se ponían en el pecho de la persona que iba a ser enterrada tras la procesión. También aparecen vasos cilíndricos y lo más importante son una “cajetes” clasificados por los arqueólogos con la letra G y el número 12 que son propios de la cultura Zapoteca y están modelados en barro gris oscuro”.
Dijo que en éstos enterramientos también hay collares de conchas como elementos característicos de ese pueblo de origen oaxaqueño.
Explicó que tras el primer hallazgo hubo dudas entre arqueólogos sobre la presencia de esta cultura en territorio del Valle del Mezquital, pero que a poco tiempo se han descubierto otras dos durante la realización de un proyecto a cargo de Alicia Bonfil Olivera, dependiente de la Dirección de Salvamento Arqueológico del INAH.
Por lo que respecta a las otras dos tumbas localizadas en la zona atribuyó los trabajos a los arqueólogos César Vázquez y Fernando Getino, quienes han podido establecer que los municipios de Tepeji del Rio, Atotonilco de Tula y Atitalaquia vivió una colonia de zapotecos.
Los últimos dos enterramientos, aclaró, datan sin embargo de un período más reciente y se ilustra porque tiene piso de estuco que semejaría el cemento de hoy.
“Corresponden a un período clásico y se ubican entre un período que va de 450 a 650 años Después de Cristo”, ilustró.
Carlos Reyes indicó que el primer hallazgo fue catalogado por el INAH y luego se cubrió por falta de presupuesto para conservarlo, mientras que del segundo se omitirá su ubicación para evitar la posibilidad de saqueos arqueológicos.
“La importancia de los descubrimientos en el contexto histórico, es que modifica el conocimiento previo que se tenía de esas culturas, pues ahora se confirma que los zapotecos estaban firmemente establecidos en lo que hoy es el estado de Hidalgo”.
Sobre el tema el arqueólogo estadounidense Jhon Paddok refiere a Monte Albán ubicado en el estado de Oaxaca, como un imperio con lo que su teoría toma actualidad tras los descubrimientos y deja entrever la posibilidad de que hubo un dominio cultural o militar de colonias zapotecas en el centro del territorio nacional, lo que –afirma- no se puede descartar totalmente.
Y la pregunta que prevalece tras los vestigios localizados con antelación en San Miguel Chingú, que pertenece a la cabecera municipal de Atitalaquia y ahora en Tepeji del Rio y Atotonilco de Tula es ¿Qué hacían ahí los zapotecas?
Se ha confirmado que en Teotihuacán existió toda una colonia de la cultura oaxaqueña que como muestra la arqueología convivió pacíficamente, por lo que se cree que en el Valle del Mezquital explotaban yacimientos de calizas para exportar a otras latitudes que alcanzaban hasta centro América en territorio de lo que hoy son países como Guatemala y Nicaragua.
También porque eran unos mercaderes muy activos y muy audaces y cultivaban la grana cochinilla que es un insecto que vive en el nopal, con que teñían de color escarlata sus prendas.
Por eso el arqueólogo aseguró que la investigación continuará para ahondar con más detalle en la búsqueda de la verdad.

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