Hidalgo Sport. Francisco Lozada.- Las ideas sin fundamentos y su desconocimiento en el deporte nacional, han convertido al dirigente de la Comisión Nacional del Deporte (CONADE) Alfredo Castillo, en un blanco de críticas de atletas olímpicos, como la arquera Aida Román, por los términos “como si fuéramos delincuentes”.
Esto viene a colación desde “desconocer” a algunas federaciones, por supuestos “malos manejos y porque hay presidentes que se han eternizado en los puestos”, en una acción que está fuera de la realidad.
Pudiera haber algunos casos de estos, pero la CONADE no tiene la autoridad para tomar estas decisiones, ya que las federaciones dependen de sus organismos mundiales, a quienes tendría que exponer sus casos para tomar las medidas correspondientes.
En su momento se mencionó que al desconocer a las federaciones, automáticamente desaparecerían las asociaciones estatales, por su dependencia directa y como consecuencia, se ignora quienes asumirían sus funciones para darle seguimiento a sus procesos.
Antes de tomar esas medidas drásticas, sería conveniente platicar con los presidentes de las federaciones involucradas, para hacerles ver sus fallas y llegar a acuerdos, que incluirían nuevos procesos de elecciones entre sus dirigentes.
Cambiar el sistema, convertido en costumbres o hábitos mal enfocados, es necesario, pero no de manera tajante, ni de un momento a otro, sino en un proceso de diálogo y de acciones, que lo lleven a la legalidad deseada.
El dirigente también comenta que la Olimpiada Nacional sea organizada directamente por los estados, sin que aparezcan las federaciones, quienes llevan el proceso de los medallistas para seleccionarlos y llevarlos a Panamericanos, centroamericanos y mundiales.
Estas acciones del dirigente nacional y el recorte federal de presupuesto al deporte, ya empezaron a hacer mella, con diversos comentarios en su contra y con acciones, como la rechifla que se llevó durante la apertura del Preolímpico de Basquetbol.
Estas acciones, narradas en contados medios, trajo diversos comentarios de deportistas, entrenadores y directivos, que están en contra de sus ideas, pero esto solo es el principio de la debacle que puede darse en el deporte mexicano.