Hidalgo Sport. Medio Tiempo.- Del “Piojo” dicharachero y entrón al Marcelo Bielsa introvertido y de apariencia sensible. Del Miguel Herrera mediático y gustoso de ser popular, al “Loco” que no da entrevistas y ni siquiera le agrada que se hable de él.
La Federación Mexicana de Futbol pretende girar por completo la moneda en el banquillo de la Selección Nacional al buscar en el argentino al perfecto opuesto del mexicano.
Si algo tienen en común ambos estrategas es el mostrarse sin tapujos y el afán ofensivo en sus propuestas futbolísticas. De ahí en fuera, el Tricolor busca olvidar con agua lo que fue aceite.
“Con Bielsa tengo una amistad de más de 30 años y hemos trabajado mucho tiempo juntos y yo evito referirme públicamente de Marcelo porque yo sé que a Marcelo no le gusta”, explicó Luis Bonini, quien fuera Preparador Físico de sus equipos hasta mediados del 2013.
Bielsa no es el entrenador que festeja eufórico al pie de la banca sino quien suele observar ensimismado a sus equipos sentado en una hielera en el área técnica. Tampoco es quien consiente a sus jugadores sin importar los errores.
“¡Estrada, Estrada! ¿Qué carajo te crees?”, fue un grito que se volvió popular en Chile por la manera como el “Loco” le daba indicaciones a Marco Estrada en un partido de preparación antes de Sudáfrica 2010.
Apenas en abril pasado, una arenga de Bielsa en el vestidor del Marsella se hizo famosa. Les pedía a sus jugadores “tragar veneno” y no reclamar. “Acepten la injusticia, que al final todo se equilibra”, les decía.
Todo lo contrario al afán de Herrera, cuya debilidad consistía en no aguantar la ira contra los árbitros y culparlos a veces incluso de manera injustificada.
Rosarino, hincha y ex entrenador de Newell’s Old Boys, cuyo estadio lleva el nombre del estratega, Bielsa prefirió el fútbol en una familia de abogados eminentes y así estudió la Licenciatura en Educación Física. El “Piojo” siempre presumió el origen de barrio.
Una distancia más: el mexicano siempre reclamó los títulos que consideró le robaron en Monterrey y fue feliz hasta obtenerlo en el América.
En Bielsa el palmarés no es impresionante pero sí la huella que ha dejado por donde pisa pues muchas aficiones lo han terminado reconociendo como un ídolo.
Quizás eso explica en su gusto por llegar no a equipos consagrados a punto de título sino a proyectos donde hay mucho por mejorar, como pudiera ser actualmente la Selección Mexicana.