Hidalgo Sport.- El Villarreal dejó escapar la oportunidad de colocarse en el cuarto lugar de la clasificación y ponerse en posición de Champions League. Una derrota ante el Valladolid, uno de los principales candidatos a descender, le metió freno al “Submarino Amarillo” que venía escalando en la clasificación tras conseguir tres victorias consecutivas.
Un gol de Jesús Rueda cinco minutos antes de que terminara la primera mitad, significó un respiro para el cuadro de Castilla, que aunque no se ha alejado de la zona roja, sí le permitió tomar una ligera ventaja sobre sus rivales directos en los más bajo de la clasificación.
Con Giovani dos Santos y Javier Aquino en la cancha, el conjunto valenciano no pudo
hacerle daño a una de las tres peores defensas del campeonato y por varios lapsos del encuentro lucieron dominados por un equipo al cual le sacan 18 puntos de ventaja en la Tabla General.
Pero esa diferencia no sirvió de nada en el duelo de hoy. El Valladolid, sin ningún
prejuicio, se plantó con orden en la cancha del Estadio José Zorrilla y con más empuje y ganas que talento, lograron apuntarse los tres puntos y ligar su segunda victoria, de manera consecutiva y la cuarta en lo que va de la temporada.
Los locales encontraron la jugada que les dio el triunfo en una pelota a balón parado, tras una falta del mexicano, Javier Aquino sobre Fausto Rossi. Jesús Rueda anticipó a su marca y con un remate de cabeza totalmente de espaldas a la portería mandó la pelota al fondo de las redes para poner el 1-0 al 41.
La reacción de los visitantes nunca llegó. García Toral intentó darle a su equipo una nueva imagen con tres cambios, sin embargo no logró que la media cancha y la ofensiva se conectaran, limitando su ataque a una sola jugada de peligro que desaprovechó Uche en los minutos finales del duelo.
El nigeriano quedó solo frente a la portería de Diego Mariño y al intentar tocarle la pelota por arriba, el portero del Valladolid con una mano alcanzó a desviar la pelota para mandarla a tiro de esquina y evitar el tanto del empate.
Fue todo lo que pudo hacer el Villarreal al frente. Después los locales se dedicaron a controlar el partido tocando de un lado a otro, hasta que el pitido final llegó para decretar el triunfo que les despeja un poco de presión en su pelea por no descender.