Hidalgo Sport.- Los Pumas y los Diablos se encontraron con una maldición en la puntería de sus jugadores luego de que las mejores opciones terminaron en el poste.
Con tres balones estrellados en el marco de la portería, los universitarios se quedaron sin celebrar un gol en el Estadio Nemesio Diez y dejaron el 0-0 marcado en la pizarra.
Primero fue Robín Ramírez al 20’ tras un disparo de larga distancia, después Efraín Velarde al 66’ y Javier Cortés al 70’ también pusieron el esférico en el marco defendido por Alfredo Talavera.
Y aunque el duelo entre escarlatas y felinos vivió episodios de dinamismo e intensidad, ninguno de los jugadores estuvo acertado para concretar un tanto ante una tribuna que no decepcionó en cánticos y apoyo.
Los Diablos no se quedaron atrás y vivieron el mismo tipo de maldición ya que dos de sus opciones de gol pegaron en los palos.
Mediante toques precisos y tras un par de paredes con Gerardo Rodríguez, Isaac Brizuela se encaminó dentro del área al 24’ y en lugar de enviar un centro diagonal tiró al palo.
El propio “Conejito” vio cómo su mejor disparo en una toque con potencia daba en el larguero al 88’. Aficionados en la tribuna escarlata se llevaron las manos al rostro ante lo increíble de la
falla.
Sólo Alejandro Palacios marcó la diferencia en una de las últimas jugadas del partido luego de que Juan Carlos Cacho prendió un balón en el área. El “Pikolín” concedió rebote debido a la potencia y para evitar un segundo remata se lanzó para desviar.
De esta manera, los Pumas se llevaron un punto del infierno donde José Saturnino Cardozo no paraba de alzar las manos y gesticular pidiendo a sus pupilos un poco de claridad.
El “Profe” Cardozo todavía no consigue una victoria en casa para su público y su directiva.
Por si no fuera suficiente la presión para el DT Antonio Torres Servín, ahora tendrá que lidiar con la lesión de Martín Romagnoli, quien salió del partido al 29’ por una lesión en el pie derecho. Aún así se dio tiempo para debutar Roberto Ramírez en el esquema felino.
Así terminó una noche sin puntería en la casa del Diablo para decretar un intrépido empate.