
Hidalgo Sport. Francisco Lozada.- El futbol es un negocio, eso deben entenderlo quienes gusta este deporte, de ahí que las críticas contra la directiva del Pachuca, por la venta de Nico Ibáñez a Tigres, no deben caer de extraño, cuando se trata de una negociación que deja buenos dividendos.
Esta es una realidad que se vive entre los mejores equipos del mundo y en los mismos municipios y barrios, donde particulares arman sus terceras o cuartas divisiones, que les deja importantes ganancias, pagadas por los padres de familia, con el sueño de ver debutar sus hijos en el futbol profesional.
Así son de abismales son los comparativos y el dinero que se maneja, de ahí que la directiva del Pachuca sólo está asegurando su estado financiero, bien respaldado y estructurado en base a una institución creadora de nuevos talentos.
Junto a la venta de Nico, también se dio la venta de Pocho Guzmán a las Chivas, que también le redituaron varios millones de dólares, que en este caso sus seguidores deben entender a la espera de lo que repercuta en el rendimiento del equipo en la Liga MX y los compromisos internacionales que tiene en puerta.
REPERCUSIÓN A LA EXPECTATIVA
Quien más debe sufrir desde este momento, es el técnico Guillermo Almada, porque lo despojaron de dos jugadores de primer nivel, adquiridos por instituciones solventes, que pagan lo que sea por armar sus filas.
Ocupar o llenar los huecos de Nico y de Pocho de un día para otro no será fácil, aunque atrás vienen otros jovencitos con enormes cualidades, que todavía requieren de tiempo para ganarse ese nombre y aporte al equipo, mientras habrá que esperar las repercusiones, que no pasarán de vivir una temporada sin muchas expectativas.
Así el negocio, así el futbol en todo el mundo, que los aficionados deben conocer y entender en todos sus niveles, para evitar señalamientos y críticas de algo lógico que va de la mano entre la gente de pantalón largo en sus respectivos niveles.