Hidalgo Sport. Agencias.- Parece que la fiesta que Julio César Domínguez le organizó a su hijo será otro escándalo que la Liga MX dejará pasar por alto.
El futbolista del Cruz Azul explicó que la temática era de un popular videojuego de disparos; sin embargo, unos invitados llevaron gorras alusivas al narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, mejor conocido como el ‘Chapo’.
En los últimos años, varios jugadores han cometido actos de indisciplina, pero, por más grave que hayan sido las infracciones, siguen ejerciendo su profesión como si nada hubiera pasado.
En 2019, los Dorados de Sinaloa corrieron a su portero Gaspar Servio porque se burló de la ola de violencia que desató la primera detención de Ovidio Guzmán. En sus historias de Instagram, compartió videos de narcos disparando y de cadáveres tendidos en la calle.
En 2020, Renato Ibarra fue detenido por golpear a su esposa Lucely Chalá. América emitió un comunicado en el que aseguró que el ecuatoriano sería “separado definitivamente”, pero regresó al Nido tras su paso por el Atlas.
Joao Maleck era una de las grandes promesas del Santos Laguna, pero en 2019 se fue a una fiesta, manejó en estado de ebriedad, metió el acelerador y chocó contra otro automóvil, matando a una pareja de recién casados. El entonces jugador del Sevilla B recibió una sentencia de 3 años, 8 meses y 15 días, pero no tardó en salir de prisión, lo hizo bajo libertad condicional y con el pago de una fianza. Ahora milita en el Tepatitlán de la Liga de Expansión.
En 2020, Dieter Villalpando fue a una fiesta y una mujer lo denunció por abuso sexual. Chivas lo vetó de por vida al igual que Eduardo López, José Juan Vázquez y Alexis Peña, quienes también estuvieron en la reunión.
Los jugadores del América, Roger Martínez, Nicolás Benedetti, Leo Suárez y Richard Sánchez, organizaron una fiesta y contrataron escorts previo a un importante juego contra Pachuca.
Record.com
