Hidalgo Sport. Agencias.- Checo Pérez ha entregado un podio en el templo de la Fórmula 1 en México. El mexicano ha finalizado tercero, delante de él Lewis Hamilton, de Mercedes, y luego el campeón vigente, Max Verstappen. Pérez logra así su segundo podio con Red Bull en casa, el primero fue el año pasado. Hay cierta rabia en el círculo cercano al de Guadalajara porque no tuvo el mejor fin de semana por los problemas eléctricos del auto. Pérez, un piloto ante la adversidad, ha abierto la brecha en el Mundial de pilotos frente a Charles Leclerc y se ha quedado con el subliderato: 280 puntos frente a los 270 del de Ferrari.
El mexicano tuvo poco por presumir durante las prácticas libres. En la clasificación condujo con una venda en los ojos porque el sistema eléctrico del coche no le indicaba los parámetros necesarios para saber si debía presionar más en distintos puntos del circuito. También provocó que su auto no pudiese abrir el alerón trasero, el conocido como DRS, y no tuviera una especie de turbo para competir. Pese a todo, y como si se trata de un brujo, alcanzó el cuarto lugar. Ante la resurrección de los Mercedes de Russell y Hamilton.
En la arrancada, Pérez atacó como quien busca un lugar en el metro de Ciudad de México. El piloto de Guadalajara aprovechó que los Mercedes estaban en plan ambicioso y querían pasar delante del bicampeón Verstappen. El neerlandés les cerró el paso y ahí Pérez pudo más que Russell. El tercer sitio desató el clamor en las gradas mexicanas. La apuesta de Red Bull era tener los neumáticos más blandos para sacar alguna ventaja a los de la escudería alemana. Y funcionó.
Pérez cambió de gomas al giro 24 para intentar encontrar una oportunidad. Los mecánicos del búfalo rojo, sin embargo, le hicieron perder unos segundos tras trabarse una de las llantas traseras. De ese tercer sitio bajó al sexto, pero solo tenía que esperar a que carburara su auto y empezar a recuperarse para alcanzar, de nuevo, el tercer sitio. Verstappen, iba a lo suyo, en solitario en la punta. Al mexicano le quedaba cazar a Hamilton. El siete veces campeón de la Fórmula 1 no iba a cederle nada al héroe local.
El mexicano tenía que atrapar a Hamilton y al mismo tiempo conservar el estado de sus neumáticos para que le aguantaran hasta las 71 vueltas. “Era una escena similar a la del año pasado, cuando Verstappen ganó y al de Guadalajara le faltaron giros para superar al de Mercedes. A Fernando Alonso le falló el coche en las últimas vueltas. Parecía abrirse la oportunidad de un safety car, pero solo fue uno virtual. No hubo nada por hacer. Hamilton estaba cubierto, Pérez, como el boxeador en el último round, se mantuvo de pie por coraje para mantener la distancia con su perseguidor, Russell. “Di lo mejor. Empujamos muy duro en la salida”, mencionó Pérez.
El circuito mexicano de la Fórmula 1 aguardaba con nerviosismo el arranque de la carrera. El Autódromo Hermanos Rodríguez entregó todo lo que pudo (dinero, tiempo, el bronceado y la garganta) para alentar a su chico consentido, Checo Pérez. Esta tarde, el mejor piloto mexicano de toda la historia ha conseguido su podio número 25. El androide Verstappen conquistó el récord de 14 victorias en una temporada.
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