
Hidalgo Sport. Francisco Lozada.- No es el marcador, no son los cinco goles que anotó el Pachuca de visitante al infierno, fue el desempeño, la coordinación, la sincronización, fue la estrategia del técnico Guillermo Almada y la colaboración de unos Diablos que salieron con un equipo desconocido, desarticulado y con la pólvora mojada, rubricado con un penal fallado.
Así se puede resumir el partido entre el Pachuca y Toluca, que prácticamente pone en bandeja de plata una estrella más para la escuadra hidalguense, lograda por méritos propios desde la temporada regular, con un plantel amalgamado entre jugadores de primer nivel y el surgimiento de nuevos canteranos, como característica del técnico.
Es arriesgado campeonar antes de tiempo a los Tuzos, porque en el futbol hay que esperar todo, pero por lógica, el título es para saborearse desde ahora, con esa ilusión y confianza que debe existir entre los seguidores del Pachuca.
Es obvio, que Almada aplicará su mejor estrategia, para no llevarse una sorpresa, bien respaldada por un equipo que ha asimilado al pie de la letra sus movimientos y en casa, en el estadio Hidalgo, seguro que no saldrá defenderse o a ser sorprendido con un gol tempranero, su experiencia sencillamente garantiza más goles a favor.
Como colofón, está en que el funcionamiento de Guillermo Almada culminara con la dirección técnica del Tricolor, ante la irregularidad de Tata Martino, pero esta decisión es más interna, más política de los altos directivos, que jamás aceptarían una culpa que cargan en sus espaldas.