Hidalgo Sport. Record.com.- Pumas actuó bajo efecto de anestesia ante Pachuca, pero aún sin mostrar su mejor versión y con 10 hombres en el campo tras la expulsión de Adrián Aldrete, consiguieron rescatar el empate sin goles, todo gracias a las atajadas del arquero Julio González.
La concentración del portero universitario fue la clave que salvó las deficiencias defensivas, mismas que continúan metiendo en apuros al equipo. En al menos tres ocasiones, González anticipó de manera adecuada los ataques de los Tuzos y consiguió dejar en blanco su marco.
Sin embargo, Guillermo Almada y sus dirigidos estuvieron más cerca de quedarse con el triunfo: al minuto 18, Nicolás Ibáñez abrió el marcador, pero su anotación fue anulada tras decretarse fuera de juego y momentos más tarde, un segundo ataque cayó de nueva cuenta en posición adelantada.
Por parte de los auriazules, el tridente argentino en esta ocasión no lució de manera óptima. Juan Dinenno fue quien hizo una de las ocasiones más claras de peligro gracias a la intervención de Higor Meritao, misma que fue atajada por el arquero local y para mala fortuna de los felinos, Gustavo del Prete abandonó el terreno de juego por molestias musculares.
La intensidad no sólo se vivió dentro de la cancha, en los banquillos también se notó la inquietud por parte de ambos técnicos, al grado que Almada fue amonestado por desaprobar las decisiones arbitrales y su inconformidad fue más evidente luego de que Luis Chàvez recibió cartón rojo por una entrada con fuerza excesiva sobre Jorge Ruvalcaba.
Ahora, Pumas deberá mejorar el sinsabor que les dejó este encuentro y la oportunidad estará en su próximo duelo ante Mazatlán.