Hidalgo Sport. Olga León. Fotos: Roberto Ramírez.- Después de más de dos años de pandemia y esperanzas renovadas, decenas de habitantes de la comunidad de El Huixmi, en la Bella Airosa, se reunieron el fin de semana para venerar a su Santo Patrono, San Isidro Labrador, una tradición que data de 1935.
Un pueblo unido por la fe y la gratitud, atendió el llamado desde muy temprano, para entonar las mañanitas, en un marco de veneración, cohetes y ambiente de camaradería, donde compartieron un desayuno con el apoyo de ejidatarios y entusiastas pobladores.
Al filo del mediodía y desafiando los intensos rayos del sol, niños, jóvenes y adultos se unieron a la procesión que evoca la llegada de la lluvia, el milagro de las productivas tareas en el campo, pero en esta ocasión las oraciones se elevaron además por la salud, y sobre todo, con la esperanza de que vendrán tiempos mejores.
En el primero de tres años como padrino de los festejos, Marco Antonio Copca Escalante y su familia, acompañados por los entusiastas pobladores y música con banda de viento, trasladaron la imagen de San Isidro hasta su recinto oficial en La Cruz, donde hicieron una ofrenda, realizaron sus peticiones religiosas y escucharon misa.
Fieles devotos, agradecidos con Dios y con la tierra, todos acariciaron el milagro de la buena salud, compartieron y se divirtieron, como un digno ejemplo para las nuevas generaciones que así adquieren el compromiso de preservar la tradición.
“Es un honor servir a mi pueblo, damos gracias a dios por la vida y la salud, esta manifestación de veneración que reúne a familias completas es una motivación y un compromiso”, dijo Marco Antonio, quien agradeció el apoyo de los participantes y la masiva respuesta de los habitantes de El Huixmi.
Para completar la fiesta patronal, ahí; entre las secas matas del campo y esperando la lluvia, pero sin perder la fe, los asistentes disfrutaron de exquisita comida, atractivo y aguerrido espectáculo de jaripeo, y aunque extrañaron la tradicional quema de fuegos pirotécnicos y otras actividades propias de la popular feria, renovaron la fe y esperanza de que el próximo, sin duda, será un año fructífero.
Para hacer posible esta fiesta, fue determinante el entusiasmo de todos los habitantes y al frente del comité patronal, la alegría, optimismo y atención de Lucía Téllez Ortega y Angélica Mancera.
