*Destacó el tema de las consecuencias sociales, ambientales y económicas de la pandemia, ocasionada por la acción humana
*Las ponentes plantearon la necesidad de un cambio en el modelo de producción y de consumo actual basado en el beneficio inmediato a costa del daño ambiental
*Participaron más de 450 ponentes de instituciones públicas y privadas, así como de otras latitudes, personas involucradas en la toma de decisiones, y funcionarios públicos.
Pachuca de Soto, Hidalgo.– La pandemia por COVID-19 se originó por la acción humana, de ahí la necesidad de cambiar el modelo de producción y consumo por uno más sustentable, así lo expusieron la profesora investigadora del Área Académica de Ingeniería y Arquitectura, Silvia Montiel Palma y la estudiante del Doctorado en Ciencias Sociales de la UAEH, Fannia María Cadena Montes, durante el X Congreso Internacional de Investigación Social 2021 efectuado en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH).
La pandemia vino a poner en evidencia que el modo de vida, cada vez más alejado de la naturaleza, impacta en la vida de los seres humanos y del planeta: temperaturas extremas, huracanes, sequías, tornados, terremotos y apariciones de bacterias y virus son provocados generalmente por la acción humana, sostuvieron las ponentes al presentar el tema “Impacto económico, social y ambiental de la pandemia en México”.
“El beneficio rápido a costa de lo que sea, acabando con bosques, selva, mares, y fauna; el cambio climático producto del calentamiento global por la acción irracional del ser humano pone en relieve ya las consecuencias”, señalaron en el Congreso organizado por el Área Académica de Sociología y Demografía del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades (ICSHu) de la UAEH.
Al citar las consecuencias de la pandemia por COVID-19, las ponentes explicaron que esta contingencia de salud orilló al confinamiento con la reducción de actividades a las consideradas indispensables, lo que impactó en la vida social y económica en todo el mundo. El confinamiento redujo las actividades laborales, lo que significó la pérdida de empleos y con ello la pérdida de ingresos, aumentando la presión económica de las familias para su sustento y desarrollo.
Las plantas productivas suspendieron actividades no esenciales, muchas al punto del cierre. Otras plantas productivas se vieron obligadas a reducir su ritmo de producción, reduciendo también la mano de obra utilizada, lo anterior resultó en una disminución de la actividad productiva y económica, mencionó la también responsable del laboratorio de Hidráulica Silvia Montiel, quien agregó que “un desafío es cómo proteger a los trabajadores de los riesgos de contagio y de la precariedad laboral en que gran parte de ellos se desempeñan”, resaltó.
A ello se suma la pérdida de seres queridos, el temor a la pandemia, el confinamiento y la difícil situación económica, en momentos de incertidumbre generalizados, lo que ha afectado en lo emocional a la sociedad, pues los índices de depresión y los de la violencia intrafamiliar se incrementaron, sostuvo la doctora en Ciencias Silvia Montiel.
Por otra parte, las ponentes plantearon que el contagio por el virus impactó en la generación de basura por las medidas de higiene y seguridad, el manejo de materiales y desperdicios contaminantes, así como la forma de tratar a las personas fallecidas por esta pandemia, lo que afecta el medio ambiente en especial.
La integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) en la categoría Candidata, Silvia Montiel, puntualizó que los desechos originados por la cantidad de material farmacológico, médico y quirúrgico desechable que han aumentado provenientes, por ejemplo, de los uniformes de cambio diario del personal médico y hospitalario. En consecuencia, el uso de plástico se ha incrementado donde antes no se acostumbraba usar. Ejemplos de ello es en el uso de empaques individuales de piezas de pan en las panaderías o las caretas plásticas para protección sanitaria en las personas.
Sin embargo, la disminución de la movilidad hizo que muchas regiones hayan experimentado una reducción en la contaminación del aire. Debido al confinamiento, hubo menos viajes en vehículos con motor, lo que implicó una mínima producción de distintos gases contaminantes como dióxido de carbono, dióxido de azufre y otras sustancias precursoras de lluvia ácida y gases de efecto invernadero.
En ese escenario, concluyeron que es necesario un cambio hacia un modelo de producción y de consumo más responsable y sustentable. “Se trata de integrar un esfuerzo colectivo general sin fronteras, que incluye al sector productivo, empresarial y a la población en general. Aún es tiempo”.
El X Congreso Internacional de Investigación Social reunió de forma virtual a más de 450 ponentes de diversas instituciones públicas y privadas, así como de otras latitudes, personas involucradas en la toma de decisiones y funcionarios públicos de diversos niveles. Dichas reflexiones estuvieron orientadas en torno a fenómenos sociales que se han intensificado o menguado durante 2020 y 2021 debido a la pandemia del SARS-CoV-2, conocida como COVID-19.