Hidalgo Sport.- Francisco Lozada.- Llegó el momento esperado, la gota que derramó el vaso y la despedida del técnico del Pachuca, Paulo Pezzolano, será el siguiente paso, porque después de su pésima instancia en el Pachuca, es obvio que la directiva no pensará mucho.
Fueron varias temporadas en que los Tuzos cayeron en sus peores momentos, con pésimos resultados, que dejaron atrás esa imagen que se ganó a pulso importantes conquistas en el futbol mexicano y en el extranjero.
Pero, al final se dieron las cosas por sí mismas, lamentablemente con una derrota ante el colero del torneo y con dos autogoles, que manifiestan la mediocridad de un equipo desbaratado, sin un perfil definido y menos con un sistema táctico.
Pese a las repetitivas declaraciones de Pezzolano, en las ruedas de prensa, llenas de demagogia, desesperación y fantasía, por calificar al Pachuca, pero poco o nada creíble ante los medios de comunicación y la afición.
El fin de este torne no podía ser otro, aun cuando una directiva tierna intentó darle la confianza hasta el final, extrañando en todo momento a Andrés Fassi, quien se quiera o no, fue el cerebro para transformar a la institución y cuyo puesto le ha quedado muy grande a su sustituto, Marco Garcés.
Lamentablemente, la relación cercana con Jesús Martínez y la confianza que le brindó, jamás fue correspondida, cuyos comentarios negativos surgieron desde el mismo interior de la institución, por directivos y trabajadores, por su falta de conocimientos, experiencia y prepotencia, sin dejar de mencionar las críticas de la afición en las redes sociales.
En fin, esto ya forma parte del pasado, pero es el momento oportuno para que Jesús Martínez analice la situación de fondo y haga una limpia desde la dirección deportiva, con la capacidad y conocimientos necesarios, que el perfil del cuerpo técnico y a la materia prima (jugadores).
Hay el tiempo necesario para hacer un análisis a fondo a nivel directivo, porque los Tuzos dejaron de ser el equipo protagonista, y espectacular de una década, con unos cimientos sólidos y una imagen que hizo crecer a la institución en todos los aspectos.