Hidalgo Sport. Agencias.- Una lección que ha tenido que aprender Ben Roethlisberger es que todos los millones de dólares del mundo no garantizan una carrera saludable en la NFL. El Big Ben se ha ganado cada centavo poniendo su cuerpo en riesgo año con año, hoy la edad ya no le da para ser el mismo quarterback arriesgado pero en el brazo aún tiene un arma letal para las defensivas rivales que se le pongan enfrente.
Con 39 años, el pasador de los Acereros prácticamente tiene que ponerse una armadura de metal antes de cada partido. Las constantes lesiones, los duros golpes y los momentos clave que ha vivido le han otorgado a Roethlisberger la madurez para ser prácticamente un entrenador que se faja en el emparrillado con el resto de sus compañeros. La exitosa carrera del hombre insignia de la Ciudad del Acero necesita de un anillo más de Super Bowl para irse a descansar a casa, este 2021 puede ser ese año.
Los Steelers presumen una ofensiva sumamente ágil, veloz y joven. El Big Ben le otorga un balance y sobre todo los años de experiencia que le faltan a sus compañeros. Con la llegada de Najee Harris, el ataque de Mike Tomlin puede volver a presentar un tridente de lujo a lado de JuJu Smith-Schuster y su quarterback, tal y como lo vivieron hace no muchos años con Le’Veon Bell, Antonio Brown y el propio Ben Roethlisberger.
Solo por si las dudas, Tomlin ha decidido comenzar la pretemporada con otros tres mariscales de campo. Hay que ser claros, ninguno es el futuro de la franquicia, pero es bueno para los Steelers tener una baraja amplia de opciones para una hipotética lesión de su capitán, que más que hipotética se ha convertido en algo casi predecible año con año.
Si el Big Ben logra mantenerse en pie los 17 juegos de temporada regular, los Steelers serán un equipo que será candidato fuerte en los Playoffs, recibir juegos de eliminación en Heinz Field será un valor agregado, más allá del desastre de la campaña anterior ante los Browns.
Record.com