Hidalgo Sport. Olga León.- Sublime, emotiva, simplemente magistral resultó la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos Tokyo 2020.
El evento mundial de la esperanza, la inclusión, la equidad, la fe y la esperanza. Los Juegos que por fin vieron luz tras año y medio de retraso a consecuencia de la pandemia.
Inevitable estrujar todos los sentidos ante un recorrido de remembranza, de añoranza y de grandes protagonistas que han escrito la historia, esa que une razas, religiones, colores, tradiciones, condiciones sexuales.
Todos iguales, en las mismas condiciones de encontrar al mas fuerte, al más alto, al más veloz, pero en situación atípica, que alejó a los atletas de sus escenarios habituales para entrenar bajo nuevas estrategias, pero que no frenaron sueños, esfuerzos ni esperanzas.
Durante los próximo 17 días, el sabor de Tokyo impregnará todos los hogares, negocios, oficinas, alertará el alma, el corazón, la fe y alimentará ilusiones.
Más de 11 mil competidores procedentes de más de 200 países distribuidos en más de 30 disciplinas ofrecerán su máximo esfuerzo, dejarán en los escenarios hasta su último aliento en busca de la gloria y de una medalla olímpica.
Tokyo, reto superado. Bien por más de diez años de preparación, por todas las situaciones adversas que evadieron airosos como país anfitrión.
Después del grato sabor de boca que dejó una espectacular ceremonia inaugural, está encendida la llama olímpica, símbolo de respeto, lealtad, honorabilidad, esfuerzo, y de la esperanza que significa en tiempos complicados que han costado vidas, han truncado sueños y esperanzas, pero que nos hacen más fuertes en busca de un mundo mejor.
Mención especial a los organizadores, voluntarios, árbitros, en fin, a todos los protagonistas de los Juegos Olímpicos 2020. Y mucho éxito a los competidores mexicanos.