A 20 años del último partido de la leyenda tuza: Pablo Hernán Gómez

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Hidalgo Sport.- Es increíble cómo ha pasado el tiempo, y ya son 20 años de que una de las más grandes leyendas Tuzas escribiera su última página vistiendo del Pachuca. Aquella tarde que con una gran actuación coronara los poco más de 2 años que se entregó al máximo para dejar un legado de lo que significa defender con el corazón estos colores.

Un día como hoy, Pablo Hernán Gómez jugó su último partido con Pachuca, y no podía ser de otra forma que con una victoria de su mano por marcador de 2 goles por 0 sobre el Irapuato, en la Jornada 4 del Verano del 2001 disputada en el Estadio Hidalgo.

Dirigidos por Alfredo Tena, la escuadra hidalguense alineó con un once de antología: el número 1, Miguel Calero en el arco; en la zaga el ‘Capi’ Alberto Rodríguez, Paco Gabriel de Anda y el ‘Mariscal’ Manuel Vidrio en la central, y el ‘Tavo’ Valdez por banda izquierda; en el medio campo con Poncho Sosa, el ‘Eterno’ 8 Gabriel Caballero y Marco Garcés, sustituido al 54’ por el ‘Consentido’ Andrés Chitiva; adelante Cesáreo Victorino relevado al 84’ para Omar Arellano padre; el autor de los dos goles: Pedro Pineda; y el héroe de la tarde Pablo Hernán Gómez, que con su 20 perpetuo en la espalda al 79’ saliera aplaudido por la afición del estadio Hidalgo, para que entrara Francisco Ferreira.

En el primer tiempo la insistencia del Pachuca sobre el marco de Mañez no logró abrir el marcador, pese a aquel día ‘Pablito’ andaba inspirado y en dos ocasiones disparó con gran peligro pero sin éxito; sin embargo para la segunda siguió siendo una pesadilla para la ‘Trinca Fresera’ que aún con jugadores como Toño Taboada, Martín Rodríguez y el ‘Turco’ Mohamed no lograron evitar la derrota.

El primero cayó en una gran jugada individual de Gómez, quien desbordara por costado izquierdo, se quitara rivales y centrara de 3 dedos para que Pedro Pineda llegara a su cita tan solo 5 minutos después de arrancado el complemento; al 62’ ya con Andrés Chitiva en la cancha, el colombiano también desbordó por el sector izquierdo del área y fue derribado por la zaga, para que el propio Pineda viniera a ejecutar la pena máxima desde los 11 pasos y convertir su segundo gol y sellar la pizarra de 2 por 0.

La gran actuación de Pablito le valió ser relevado a los 79 minutos de juego, para recibir la que sería su última ovación de su afición en vida. Nadie imaginaría que al día siguiente sería su partida de este mundo, y que aún a 20 años lo seguimos reconociendo y añorando.
Tras su fallecimiento, Pedro Pineda le dedicó sus dos goles en el triunfo de la siguiente jornada ante Chivas en el Estadio Jalisco, y en el posterior partido en la cancha del Hidalgo se le hizo un homenaje, en el que se retiró y literalmente se elevó al cielo su camiseta número 20 para ser recordado a perpetuidad por su gran entrega y pasión por los colores de sus amados Tuzos.

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