Gracias a las facilidades otorgadas por el Club de Futbol Pachuca, un grupo de niños y adultos tuvimos la oportunidad de disfrutar de una experiencia inolvidable durante un fantástico recorrido por las instalaciones del Salón de la Fama, Mundo Futbol y Estadio Hidalgo.
Resulta una magnífica alternativa de compartir con la sociedad la magia que existe en torno a estos emblemáticos escenarios y personajes que son el estandarte de Hidalgo, la proyección deportiva hacia el mundo, y un referente de esfuerzo, modernidad y buen gusto.
El sello de elegancia y confort que identifica a la organización tuza, está en cada rincón, ahí donde no sólo hay historia y pasión, sino la opción de alertar los sentidos, poner en práctica la creatividad y astucia, pero ante todo, vivir una apasionante cita con el pasado, agradecer el presente y anhelar el futuro, a pesar de la contingencia sanitaria.
Gracias a los recuerdos y al arduo trabajado que avala ya muchos años de tesón, se demuestra que el Grupo Pachuca es más que futbol, es enseñanza, motivación, placer y orgullo para los hidalguenses como digna cuna del balompié mexicano.
La gentileza de Sandra Peláez fue fundamental para que los pequeños y sus papás asistieran felices a la cita, pero el optimismo y cordialidad de Verónica Sánchez y su eficiente equipo de trabajo, resultaron una grata y recomendable experiencia.
A nueve años de su edificación, las impresionantes instalaciones interactivas del Salón de la Fama y Mundo Futbol resultaron excepcionales, una grata travesía que permitió amena convivencia entre los pequeños y sus padres.
Para cerrar con broche de oro el increíble recorrido, Anel Miranda y José Lucio Amador, nos recibieron en el emblemático Estadio Hidalgo, la casa oficial de los Tuzos, inaugurado el 14 de febrero 1993.
Ellos, cordialmente nos invitaron hasta la intimidad del recinto tuzo, túnel, vestidores, regaderas, cancha, palcos, restaurant, en fin, un encuentro emocionante que está al alcance de la sociedad en general, y que se lleva a cabo bajo estrictas medidas de higiene, amabilidad y seguridad. Simplemente, un mundo fantástico, repleto de conocimiento, pero sobretodo de orgullo.
Gracias Grupo Pachuca, gracias profesor Fernando García Caballero, gran impulsor del quehacer tuzo que así acerca a la sociedad a un mundo que parece inalcanzable, pero que está aquí, en la capital hidalguense en espera de su visita.
