Hidalgo Sport. Agencias.- “Una carnicería”. Así de gráfica fue la definición de Omar Fraile de la primera etapa del Tour. El Astana del vasco fue además el único equipo que se atrevió a discutir el pacto de no agresión consensuado entre el Jumbo, el Ineos y el Movistar… con resultados catastróficos: Superman López se empotró en una bajada contra una señal de tráfico, afortunadamente sin consecuencias físicas, y debió cederle la bici Ion Izagirre. Fraile describió así el trazado: “Se trata de una zona turística y con una orografía complicada. Había mucho aceite y suciedad, era como jabón, y a nada que tocabas el freno te ibas al suelo. El 80% del pelotón besamos el suelo”.
El líder de su escuadra, Superman, no sufrió ninguna lesión a pesar de su aparatoso accidente y de quedarse enganchado también al cruzar la pancarta de tres kilómetros a meta. “El recorrido presentaba demasiadas curvas y muchísima pintura. Al menos no me ocurrió nada”, explicó el colombiano. Junto a Thibaut Pinot, que entró con el maillot rasgado a la altura de la clavícula izquierda, los dos favoritos más castigados. Respecto a los aspavientos de Tony Martin y a las discusiones de Gorka Izagirre y Luis León con los hombres del Jumbo y el Movistar, desde el Astana restaron importancia al tema: “Cosas de carrera, simplemente queríamos hacer lo que más nos convenía”.
Pablo Lastras, director del Movistar, aseguró a AS que reducir la marcha significaba “la decisión más sensata dada la peligrosidad de la calzada”: “Me pareció bien, así como que se cogieran los tiempos a tres de la llegada para evitar más sustos, y justo al traspasar esa frontera se produjo otra montonera”. Sólo Valverde, Mas y Cataldo no padecieron percances entre los telefónicos. Erviti (tres veces), Soler (dos), Rojas, Verona y Oliveira sí impactaron con el asfalto, con mayor o menor daño. Rojas visitó el camión médico con dolores en la espalda. Soler tenía un golpe en la rodilla. “Menudo inicio”, resumió Erviti.
En el Ineos, Amador se cayó en dos ocasiones y Sivakov, en tres. Mientras el tico se reintegró en el grupo, el ruso recibió duros porrazos físicos y anímicos, visitó al médico y consiguió terminar entre cabeceos y juramentos a 13 minutos de Kristoff. Bennett, Gesink y Kuss sufrieron la dureza de la jornada en el Jumbo. Tampoco se libraron Nairo, Porte, Nieve, De la Cruz… una escabechina. Aunque la peor parte se la llevó Rafa Valls, evacuado en ambulancia con fractura de clavícula (no saldrá en la segunda etapa). Y Degenkolb cruzó la meta fuera de control.