Por: Olga León Téllez
Es un personaje popular, ampliamente identificado en todos los sectores de Pachuca y muchos municipios de Hidalgo, pero su esencia, voz, trabajo, logros, victorias y derrotas, tienen un sello especial, la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, (UAEH).
Historias de Vida reconoce hoy la trayectoria triunfal de Miguel Rico Plascencia, un pachuqueño apreciado por su optimismo, singular carácter y amor a la vida.
Poseedor de una vocación altruista que le ha permitido cosechar innumerables amigos, el popular “Manita” se define, libre, feliz y agradecido.
ENTRENADOR DE FÚTBOL
Con apenas 18 años de edad, fue invitado por el director de deportes del Instituto Hidalguense, Guillermo Guerrero, a entrenar a los alumnos de sexto grado.
Su entrega y paciencia, así como la conquista de incontables títulos, escribieron una historia de 22 años en ésta institución educativa, que consiguió un gran prestigio en el ámbito deportivo.
Simultáneamente entrenaba equipos infantiles en la Colonia Morelos y estudiaba en la escuela José Ibarra Olivares.
IDENTIDAD UNIVERSITARIA
Por invitación de Gerardo Sosa Castelán. Miguel Rico ingresa a la máxima casa de estudios, primero como entrenador en la Prepa Uno, apoyado por Roberto Rico Montes (qepd), gran impulsor del deporte en la época dorada de la UAEH.
Simultáneamente da clases de matemáticas en la universidad, y culmina su carrera como ingeniero en el Instituto Tecnológico Regional, número 20.
COSECHA EN LA MÁXIMA CASA DE ESTUDIOS
En 1998. Con Ernesto Salgado como director de deportes y por renuncia de Maurilio García, Miguel Rico recibe la gran responsabilidad de dirigir al Universitario Hidalguense.
Tras 10 años, califica a la liguilla de tercera división y en 1998 asciende a segunda; fue cuatro ocasiones campeón de la división de Talentos y ascendió a Premier.
ESFUERZO Y PERSEVERANCIA
Ya como Garzas, Miguel Rico enfrenta una de la épocas más difíciles como técnico del equipo, pero su entereza y voluntad lo sacan avante y su estancia en la UAEH, desde el área académica se prolonga por 38 años.
Esta experiencia y las exigencias, lo convirtieron en técnico, auxiliar, preparador físico, utilero, detector de talentos, en fin, una fructífera carrera digna de amplio reconocimiento.
En el futbol amateur conquistó innumerables títulos e impulsó la carrera de destacados jugadores como Sergio “Pixie” Violante, Ángel Castañeda, Octavio García, Fernando Sánchez, entre muchos más.
RECONOCIDO PRESTIGIO
Por su calidad como instructor, era contratado por el mismo Club Pachuca, por el Tecnológico de Monterrey y muchas instituciones y clubes privados, pero reconoce que su máximo compromiso fue con la UAEH.
Fue condecorado por la Federación Mexicana de Futbol como el mexicano más constante como entrenador, sólo atrás de Raúl Arias y el extranjero, Ferguson.
FIN DE LA ERA UAEH
El “Manita” culmina su historia laboral con la Universidad en el 2017.
LA CIFRA
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Los años ininterrumpidos los que Miguel Rico trabajó como director técnico de futbol en la UAEH.
NUMEROSA FAMILIA
Miguel Rico es el séptimo de 12 hermanos, su padre, Germán Rico le heredó el éxito deportivo, y su madre fue Edovia Plascencia. Todos grandes motivadores de “El Manita”.
Sus hijos, Anahí y Miguel Ángel, son de sus inspiraciones para seguir trabajando, como lo hace actualmente en la escuela Balón de Oro, con apoyo de Gilberto Rico Rojas.
GRATA EXPERIENCIA
Apoyado por discípulos de antaño, en 1998 le financiaron un viaje a Argentina y tuvo la oportunidad de ingresar al trabajo de equipos como River, Boca, San Lorenzo, Independiente y Lanus, donde obtuvo enseñanza y aprendizaje y conoció a jugadores de la talla de Palermo y Riquelme.
EL DATO
A los 10 años de edad, Rico practicó el boxeo, ante la necesidad de defenderse de las agresiones que recibía por su condición física.
LA FRASE
Irónicamente dice. “A mí nadie me echaba la mano, por ello tenía que defenderme sólo y salir adelante mediante carácter y trabajo.