Hidalgo Sport. Lauro Campos.- Un día como hoy, pero de 1999, el Pachuca hizo historia al alcanzar su primer título de Liga MX al vencer global 3-2 al Cruz Azul, que vio a su rival alzar la copa en su casa.
Los Tuzos, dirigidos por Javier Aguirre, hicieron historia al clasificarse a su primera fase final, luego de 26 unidades en la fase regular, ubicándose como tercero del grupo 4; aunque su camino arrancó desde el repechaje.
Los hidalguenses enfrentaron a Morelia en el duelo de ida, regresando con un marcador de 4-2 en contra que auguraba un futuro no muy alentador; sin embargo, en la vuelta remontaron con un tanto en tiempo agregado de Marcelino Bernal, naciendo el mote de ganar “a lo Pachuca”.
En los cuartos de final enfrentaron al campeón vigente Toluca, que dejó ir la serie en la Bella Airosa con el 1-0; en la vuelta, confiaban en revertirlo, pero se encontraron a un enrachado Pablo Hernán Gómez, quien metió un doblete que puso el marcador 2-2 (3-2 global).
En semifinal, tuvieron otro duro reto, enfrentaron al mejor Atlas de su historia, que tenía en sus filas a una camada de jóvenes hambrientos de triunfo, pero, en la ida, también fueron víctimas de Pablito, quien se lució con su tercer doblete en la liguilla, para adelantarlos 2-0; ya en la vuelta, Pachuca contuvo la contuvo la furia rojinegra para alcanzar su primera final.
Quizá el duelo era algo soñado, pues enfrentaba a uno de los equipos grandes de la Liga MX: Cruz Azul, en el clásico hidalguense, el cual tuvo como protagonista a Alejandro Glaría, quien marcó los dos tantos en la Bella Airosa y selló el título con el 1-0, en gol de oro, en el Azul.
Alberto Rodríguez, capitán tuzo, aún tiene frescos los recuerdos de aquella noche, incluso, comentó que no tenían con qué festejar el título, contrario a su rival, que adelantó una gran fiesta en casa.
Para Pachuca, significó el primer gran paso en su historia reciente, con otras ocho finales más disputadas en la Liga MX, otras seis internacionales más, con saldo perfecto, aunque en esta década le costó el protagonismo con solo un título.
