HISTORIA DE VIDA, RAYMUNDO RODRÍGUEZ SÁNCHEZ

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Olga León Téllez.-

Hace 76 años, nació en Pachuca; aquí en la Bella Airosa, Raymundo Rodríguez Sánchez, (El Volador), una pieza clave dentro de la Historia Dorada del beisbol hidalguense.
Es una leyenda viviente, tan genuina como su amor, pasión y hasta devoción hacia el llamado Rey de los Deportes.
Su corazón late al ritmo de los batazos, su sangre corre al compás de las emocionantes entradas, y su alma y su mente, pertenecen íntegras a una pasión que ha hecho placenteros todos los domingos de su existencia.
“Un domingo sin acudir al diamante, es un día gris; el beisbol es fiesta, es familia, amigos, alegría, reencuentro, significa simplemente, uno de mis poderosos motivos de vida”, así se expresa don Ray.

HERENCIA DE FAMILIA

Cuando contaba con 13 años de edad descubrió su amor por el beisbol gracias a un tío, desde entonces hizo de éste deporte a su inseparable compañero de vida.
“Inicié como pelotero en los campos de Cubitos, ya que en lugar de pagar 10 centavos por ver los partidos, con la entrega de una bola, el permiso era gratis”, recuerda Rodríguez Sánchez.
Muy joven entró a trabajar como minero, pero fue gracias a su virtuosa habilidad como jugador, que se abrió todas las puertas que un joven de su edad anhelaba.

TRAYECTORIA DE ÉXITO

Su primer viaje a Nicaragua, un trabajo bien remunerado, una numerosa y exitosa familia, su cartilla militar y una fama que hasta el momento lo identifica en su popular barrio Las Lajas, son algunas de las bondades que agradece al beisbol.

EL VOLADOR

Fan de los Dodgers, don Raymundo recibió el mote de “El Volador”, gracias a su potencia, pues fue nada menos que el ejecutor del primer jonrón en el estadio Corona del Rosal, en 1963.
“Mi reconocimiento fueron 100 pesos de aquella época, una chamarra y un trofeo”, recuerda.
Así su vida caminó y sigue hasta la fecha entre triunfos, reconocimientos, medallas, trofeos, testimonios gráficos y su premio mayor, inculcar a sus hijos y nietos el amor por el beisbol.

LA FOTOGRAFÍA, OTRA PASIÓN

“Una vida tan plena y feliz tenía que quedar plasmada en mi mente, pero también en mi gusto por la fotografía; ahí están registrados todos los momentos que agradezco a dios infinitamente, son los recuerdos que me hacen vibrar”, comenta don Ray.
Agrega que junto con el beisbol y la fotografía es apasionado de la buena música, en especial de la Sonora Santanera, es devoto de la virgen de Guadalupe y le gusta compartir su Historia de vida.

SU FAMILIA

Su mejor inspiración es su familia, junto con su esposa Gloria Domínguez Elías, procrearon a sus hijos, Lidia, Félix, Yolanda, Silvia, Raymundo, Esthela, Alberto y Teodora, tiene 19 nietos y 17 bisnietos, éste es su mayor tesoro y por este conducto les agradece su amor incondicional y les manifiesta su gratitud y respeto.

“VOLADOR, NOS HACES FALTA”
Durante ésta amena plática con Raymundo Rodríguez Sánchez, se muestra lúcido, feliz y agradecido; sensiblemente minado en su salud, desea pronto retomar los ansiados domingos de beisbol, y brinda éste mensaje.
“Las muestras de cariño de todos mis amigos me inyectan vitalidad, me dan ánimos para seguir adelante, por ello agradezco sus visitas y sus manifestaciones de amor y bendiciones, porque recordar es volver a vivir”. Dijo.

LA FRASE

“Cuando pierdas no digas nada, y cuando ganes di aún menos. Sé humilde en tus victorias y elegante en tus derrotas. Que hablen los demás”.
Raymundo Rodríguez. El Volador.

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